Receta

Poema lunfardo

Todo marchaba bien, con impudicia
destapaba el espejo ante sus ojos
a una mina que sin contornos flojos
avivaba en algunos la codicia.

Todo marchaba bien, una delicia...
Diqueando sus encantos sin sonrojos
se batía triunfal, falta de enojos:
“esta difusa luz me hace justicia”.

Todo marchaba bien y hoy la desquicia
bancarse sin requinte sus despojos
por la culpa de un tordo sin malicia.

Con otra lente fichan hoy sus ojos...
¡Ella era tan feliz con la presbicia
y fue a calarle el oculista anteojos!