De vos y de mí

Vals

Tangotexte: Mariano Pini

Tras la espera anda acaso el terror,
lastimando la turbia ilusión,
y una luna de niebla redonda
se incrusta en la grieta que cava el dolor.
Y en los vidrios se quema este andar
que quisiera poder olvidar,
y se agranda difusa en la sombra
cercana en la noche, de pie en el umbral.
Todo vuelve rompiendo el silencio
con negras virutas del viento al pasar,
y aquel tiempo de patio y esquina
es triste reliquia que no vuelve más.

Hay diez lunas rayando el jazmín,
y una infancia de gris terraplén,
y el rocío provoca humaredas
de lluvia postrera que incendia al caer.
Y un poquito de vos y de mí
en la esquirla de un triste papel,
una historia parida en ausencias
y un trompo de niebla girando en la piel.

No hay un viento del fuego mejor
diluviando su acero de adiós,
ni tu olvido de furia remota
abriendo en la sombra la angustia mayor.
Era el tiempo feliz de intentar
como niebla cruzar ese mar
de aquel barrio de ausentes memorias,
de lágrimas hondas, de esquina y fangal.
Como giran los trompos al fuego
cruzando senderos se empieza a marchar
y uno llega hasta el ángel del vino,
metido en la noche, herido al andar.