Faquir, Rey de Constitución

Tango

Tangotexte: Mariano Pini

En celo dos cuervos pican el pellejo
de la piba flaca que masca puñales.
De una rama cuelga la luna maldita
que a todos invita de un blanco veneno.

Los bares parecen la copia perfecta
de los vidrios negros que vomita el llanto,
los pendejos sudan pichones de asfalto
¡y un diente de barro les tatuó la piel!

Embotellamiento de coches que buscan
tacos de travestis como cien vampiros,
tanta herida abierta huele a remolino,
a bijú barata, a murgón de olvido.
Un paisaje turbio de casas baratas,
donde las sartenes bardean frituras,
¡y un cuerpito breve de nena peruana
rezando a la nada se queda sin dios!

Este sol de muerte ciega a los faquires,
el asfalto tiene flor de sangre seca,
el chipá caliente perfuma el regreso,
y un Resero crudo calienta la espera.

Lamparitas rotas guiñan las pensiones,
y un fantasma antiguo con dientes de perro
es un pobre diablo que nada pregunta,
que a la luna triste la bebió on the rocks.