Mistongo bandoneón

Tango

Música: Mariano Lucesoli

Mareadas tus rodillas
por su eterna desazón,
tus ojos,
en su tango triste.
Abrigan sus cosquillas
la inocencia de un cantor,
de nácar,
farabute del amor.

Fuelle... que viniste de tan lejos.
Fuelle... que te hiciste tan, tan nuestro.
Fuelle... santo, endiablado y siniestro,
vos que haces dormir al cielo
abrazado del infierno.
Fuelle... vos... mistongo bandoneón.

Esperan en sus brazos
las arrugas y el temor,
los años,
su melancolía,
que invocan en los pasos
su cadencia en la razón,
llorando arrabalera su pasión.

Fuelle... que viniste de tan lejos.
Fuelle... que te hiciste tan, tan nuestro.
Fuelle... santo, endiablado y siniestro,
vos que hacés dormir al cielo
abrazado del infierno.
Fuelle... vos... mistongo bandoneón.