A la edad de los varones

Poema lunfardo

De quince a veinte pibe que promete.
De veinte a veinticinco en adelante
hasta treinta, garabo que embrocante
en lances amatorios arremete.

De treinta a treinta y cinco ya acomete
refilando con toda la polenta.
Pero de treinta y cinco a los cuarenta
ya no copa las bancas a rolete.

Pasados los cincuenta se hace artista,
maneja tiempo y ritmo a toda orquesta
antes de entrar a ser malabarista.

Se engancha del chamuyo y de la vista,
cada apronte fetén es una fiesta
y cualquier relojeo una conquista.