La otra Buenos Aires

Milonga

Perdidos en la neblina los perros de la lluvia
deambulan asustados buscando un callejón.
La noche es un fantasma que gira en la locura
y arroja en las veredas sus restos de cartón.

La cara de la muerte se oculta en los tejados,
un ángel y un travesti se encurdan en un bar,
al fondo de la calle dejaron olvidado
al pibe que limpiaba tu vidrio con un pan.

Y en ese rincón del bar “Quita penas”
las mesas preguntan qué ha sido de él,
tal vez lo esperaba la muerte postrera
en una emboscada de alcohol y dintel.
O acaso los transas que buscan comida
detrás de un pasillo con luces de andén
lo están desvistiendo de barro y neblina
llevándolo al cielo en el último tren.

Y así en mi Balvanera, La Noria o Puente Alsina
el cielo ha desatado su trágico crespón;
y ahora en estas calles tan solo se respira
la mugre de esta puta ciudad sin corazón.