Retrato

Poema lunfardo

Tangotexte: Enrique Dizeo

(Bosquejo biográfico del "taepo" Dante A. Linyera, mi viejo compinche.

No es un reo como alguna damisela se imagina
sino, un muchacho decente, de estatura regular.
Soltero, bien parecido, "jailaife" cuando camina
actualmente anda vacante, es decir no tiene mina.
¡Aproveche la bolada la que se quiera casar!

Ciudadano al "uso nostro"
¡Linda estampa de shusheta!
Un portento donde raye
pero de esos de verdad.
Ladino catalogado
sin dársela de careta
de mirada inteligente
y un corazón de poeta,
escribe en "Canción Moderna"
motivos de mi ciudad.

Viste bien, como cualquiera, no es un vulgar compadrito,
usa cueyo almidonado y camisa de poplín
no es amigo de las biabas, ni de tirar el carrito,
ni se hamaca con los guapos, prefiere hacerse el gilito.
Es todo un hombre de mundo, sin grupo y sin berretín.

Nació hilvanando poemas
en el barrio de los tachos
¡Bohemio toda la vida!
Su ambiente es el arrabal
sabe lo que es un pipiolo,
una barra de muchachos,
como charlan las comadres,
como proceden los machos
con las pobres concubinas
que se visten de percal.

Para despuntar el vicio los domingos solamente
fuma "fasos" de cuarenta, porque se siente fifí.
Tiene una buena costumbre, cuando chamuya no miente
espontáneo en sus cositas, hasta la vereda enfrente
y amante del medio "troli" con papitas y maní...

La cadencia rezongona
de un tangazo de Polito
le gusta más que una marcha
fabricada por Chopin.
Se le hace agüita la boca
si hay farra en un cotorrito
donde reine la armonía,
donde corra el matecito,
donde no falte una viola
y un grone que cante bien.

No sale si no hay programa, no juega cuando no hay vento,
a nadie le debe nada ni a nadie le va a deber.
Nunca se le ve angustiado, siempre lo vemos contento,
tiene un genio macanudo, es una papa, un portento.
Si no hay dos como Linyera, por eso se hace querer.