La cosa

Me gusta el candombe, negra,
que bailas, ¡tan deliciosa!
Caderas que me provocan,
cuando tu cuerpo me roza.

La fiesta recién empieza
y ya palpité la cosa.
Tu boca con gusto a guinda
mi boca que se abre, ansiosa.

La noche fermenta y bulle
por el calor que se posa.
Moverse hasta ver el día
con las caras sudorosas.

Tus pechos de miel parecen
temblores de mariposas
que te alborotan la sangre
y te hacen poner mimosa.

¡Ay, cuando será el momento
que se abra ante mí la rosa!
No quiero pensar, mi negra,
¡qué bonita y qué sabrosa!

¡Ay, cuando será el momento
que se abra ante mí la rosa!
Y yo estaré disfrutando
contento con esta cosa.