Dos angustias

Tango

Si no pudimos remontar el ancho río
que nos separa a cada lado del mantel...
Si pretendimos abrigarnos con más frío,
y en nuestro hastío ya no cabe un alfiler.
¡Decime quien
alguna vez supo entender la desazón
de andar tirado, ya cansado el corazón...!
Cuando no puede remontarse el ancho río
por un mal,
por un desvío,
cuando ya no hay más que hacer...

¡Hastío...! Un frío
tan tuyo, tan mío No ves que somos
dos angustias arrastradas
por solares correntadas
al desierto del pasado.
Hastío,
¡qué frío...!
Si da miedo amar.

Si no nos queda ni siquiera una coartada
y en un suspiro ya comienza a amanecer...
Si donde estuvo nuestra pieza hay un baldío
que a la maleza del fracaso vio crecer.
¡Decime vos
si acaso Dios fuera capaz hacer volver
el tiempo atrás y reinventarnos otro ayer.
Si no nos queda ni siquiera una coartada
ya lo ves,
no queda nada
cuando ya no hay más que hacer…