Vení hermanita

Tango

Música: Juan Epumer

Vení hermanita… ¡para qué vas a ocultarme
que no hay remedio, que ya todo se ha perdido
si hoy, en los ojos del doctor, he comprendido
que ya no vuelve porque no hay con que salvarme!
¡Y sin embargo alimentaba todavía
la dulce creencia de vivir y mi ilusión
ni un solo instante sospeché, hermanita mía,
que iba a fallarme de este modo el corazón!

Pero hoy que todo lo perdí
porque ya ha muerto en mí
lo que era una esperanza
me abruma el hondo padecer
de abandonarte así
pero… ¡qué voy a hacer!
Soñaba un cielo para vos
y había confiado en Dios,
que adonde Él quiere alcanza,
¡pero hoy que todo lo perdí
me voy con el dolor
de abandonarte así!

Ebrio de amor y con el alma enceguecida
por el placer que a los veinte años nos encanta
como se juega una moneda a la marchanta
jugué en la noche del placer mi propia vida.
¡es que como otros, yo también sentí del vicio
el dulce vértigo que atrae como el imán
y sin pensar que iba rodando al precipicio
en pos del vicio me arrastré con ciego afán!