Recordando a mi padre

Aves misteriosas me traen esta tarde
desde el infinito azul de la nostalgia
la brillante imagen de mi amado padre
como un haz de luz, saturado de magia.

Y en él aparece con sonrisa amplia
la chispa en sus ojos, la mirada amplia
con el cigarrillo trenzado en sus dedos
trasmitiendo el fuego vital de su alma.

¡Ay! ¡Viejo querido! Como yo quisiera
tenerte a mi lado, en esta quimera
en la que los dados, con cantos redondos
nunca se detienen donde uno espera.
Hoy que mi camino se atascó de piedras
como aclararías mis vagas ideas
acercando siempre la palabra justa
para despejarlo de tantas miserias.

Yo estoy orgulloso del padre que tuve,
con muchos defectos, forjado en las calles
que hacen fracasar las más firmes virtudes
cobrando al incauto costosos peajes.

Pero fue un ejemplo con su vida honrada
y ese es el espejo en el que hoy me miro
y si un padre quiere conocer amigo
no le de mas vueltas... ¡le presento el mío!