Clavel

Milonga 1944

Clavel
que engalanó los patios
de nuestra vieja heredad.
Clavel
¿quién no te cultivó
en el jardín
de mi ciudad?
Clavel
que floreció en el pelo
de las mozas, con afán.
Clavel
y luego perfumó
el corazón
de algún Donjuán.

Tu historia se hizo porteña,
clavelito reventón,
los troperos te buscaban
al llegar al corralón...
Y luego, tras de la oreja
te lucían con amor,
hasta que, por fin, dormías
en la bata de otra flor...

Clavel
que se murió en el libro
de una novia de arrabal.
Clavel
el mismo que marcó
las hojas de
su amor fatal.
Clavel
que perfumara al tango
en los patios del percal.
Clavel
te merecés el son
de una canción
sentimental.