Marisabel

Por el modo tan raro de hablar
presentí la tragedia interior
y besando su nuca preciosa,
le dije: Celosa, ¿me guardas rencor?
Si motivan tu grave inquietud
mis sonetos y cantos a Esther,
en confianza te juro al oído,
Esther eres tú, mi Marisabel.

Serás siempre mi reina y señora,
no existen Amalia, Susana ni Esther.
Mis sonetos inspiras tú sola
con nombres distintos, mi Marisabel.

Se apartó los cabellos y vi
su carita nimbada de luz,
palpitante su seno de virgen,
me dijo llorosa: Mi vida eres tú.
Te idolatro y no quiero pensar
que otra inspire tus versos de amor.
Y atrayéndome, suave, hacia ella
sus labios de seda me ofreció.

Vals
Canta Alberto Castillo / Orquesta Ricardo Tanturi
15-9-1942 Buenos Aires RCA-Victor 39730 69932