Todo el fuego que viví

Vals

Música: Alberto Muñoz

La luna fue una cita
de tus ojos con mis ojos,
la suerte del camino
que se marcha para ir,
y vos, sentado al fondo
de la tarde, y sin la prisa
que me lleva, condenada,
a perderme en tu vivir.

Habrás abierto un día
el cuaderno de mis penas,
buscando la alegría
de tu nombre en un renglón;
verás cómo se rompe
suavemente la cadena,
que sujeta torpemente
a tu pobre corazón.

¡Ay qué dulce pena
abierta en el filo del azar!
Tu nombre se me pierde
entre la suerte
de ganarte, y de perderte,
como todo lo demás.

¡Mirá lo que es la vida!
Un traje de verano
en el invierno...
un sobretodo largo
en el infierno
para enfriar
todo elfuego que viví...

Apenas puedo hablarte,
la voz ya no circula...
los ojos se me nublan;
no sé ya más quién soy...