Las viejas solteronas

Recitado cómico

Hay de viejas solteronas,
señores, tal colección,
que podrían rematarse
a peso y medio el montón;
vejestorias mal nacidas,
burlistas y pretenciosas
que no sabiendo qué hacer
sientan plaza de chismosas.

En su mocedad las pobres,
no supieron figurarse
que los años envejecen
y es necesario casarse,
y cuando pescar marido
quisieron las pobrecitas,
se quedaron esperando,
peinadas y sin visitas.

Sí algún joven arrogante,
en estilo muy galano,
las dirigió alguna frase,
o pidió quizás su mano,
se rieron y contestaron,
con aire de coquetonas:
— “No me hable de matrimonio;
no lo he pensado ni en broma”.

Cuando un mozo decidido
las pretendió conquistar,
haciéndose las nenitas,
no quisieron aceptar.
Esperaban ambiciosas,
pescar un duque o marqués,
pero contra su deseo
les salió el tiro al revés.

Así pasaron los años
estas niñas casquivanas;
hoy quieren pescar un tonto
y se quedan con las ganas.
Algunas como esqueleto
va quedando su figura,
y en el “Caras y Caretas”
sirven de caricatura.

Hoy sólo viven del chisme,
se ríen de las muchachas
y nadie les hace caso
a estas viejas cucarachas.

A toda niña soltera
doy el siguiente consejo:
Que a los quince años se case...
aunque sea con un viejo.