Mi único tesoro

Tango

Allá lejos en la loma
donde las aves cantan su amor,
tengo el nidito mío,
de mil colores que es para vos.
Lo hicimos juntitos
con el hornero y el leñador,
y de todas las aves
luce el plumaje en su esplendor.

Y al amanecer,
cuando sale el sol,
cual si fueran rosas, cascada del cielo,
que manda la virgen de mi ilusión.
Si las quieres ver,
acompáñame,
que por tus encantos
todo aquel trono pongo a tus pies.

Mira si será hermoso,
que de goloso me lo envidió
el cacique más puma
que allá en la tribu se conoció.
Mientras que con enojos,
por sus antojos rechacé yo
sus riquezas de raza,
pieles de caza de gran valor.

Te lo ofrezco a ti
por sólo tu amor,
no me importa el oro
ni el gran tesoro
de todo un reino de emperador.
Para ser feliz
basta tu querer,
si no hay más riquezas
que tus bellezas de mujer.