De bulines y de esquinas

Como estás en otra cosa y ni se te ve la pilcha
vos seguís rajando minas de tu pobre corazón.
Y aunque estás atornillado a tu vida de más capo
sabés bien que no es de guapo aguantarse ese dolor.

Hoy ya estás arrepentido y no querés achicarte,
ya la mina que tenías se te fue una vez más
y si la vida te vende como un taura de otra clase
es el vento que juraste no volver a reventar.

Yo también me he enterrado entre bulos y gominas
y otras noches de revuelo me trajeron hasta acá,
esas veces que he anclado en bulines y en esquinas
donde entre todas las minas vos de guapo te la vas.

Es en esa escaramuza en donde te la jugabas
y entre tango, faso y mina te la ibas de Gardel.
Ahora estás apechugado en el medio de la vía
y encima para tu yeta ya no pasa un solo tren.

Se te han venido a menos las floridas madrugadas,
se te han vuelto mellizos los sueños de la Raquel,
ya han cruzao a la vereda los gomías cajetillas
y ahora estás sin una silla ni mesa donde comer.

Yo sé bien que te ha golpeado esta vuelta del destino,
y que ya tu vida rosa pasó a ser negra otra vez.
Yo sé cuanto has blasfemado contra sucios conventillos
y ahora es en esos pasillos en donde te conocés.

Hoy ya se te ve distinto, sin tu chapa de arrogante,
aunque con algo de gracia que no podés esconder.
Sé que te tiemblan las manos cuando piensas en buscarme
y que los nervios de acero te traicionan otra vez.

Si es que aún te quedan fuerzas para verme, para hablarme,
y no se te caen los bronces ni tu estampa de bacán,
no le tengas miedo a ésta que dejaste en una noche
porque en todo tu derroche no me pudiste olvida.