Por
Carlos Manus

Barracas, el barrio de las Tres Esquinas

ste barrio debe su nombre a las antiguas barracas que, a fines del siglo XVIII, comenzaron a instalarse en la orilla izquierda del Riachuelo, construcciones rudimentarias que almacenaban cueros, lanas, cereales y otros productos que salían o llegaban a la ciudad. Algunos historiadores afirman que las barracas eran el primer lugar donde alojaban a los esclavos traídos al Río de la Plata.

Desde la época del gobierno de Juan Manuel de Rosas hasta fines del siglo XIX, Barracas fue el lugar de residencia de las familias más acaudaladas las que habitaban en lujosas casonas y veraneaban en las señoriales quintas que bordeaban la avenida Santa Lucía (después Calle Larga y luego avenida Montes de Oca), nexo principal entre el centro de la ciudad y el Riachuelo. Durante esa época el barrio cobró mucha importancia y en 1833 se realizaron corridas de toros en homenaje a Rosas.



La epidemia de fiebre amarilla que se desató a finales de ese siglo traída por las tropas que regresaban del frente de la Guerra de la Triple Alianza, causó que esas familias se mudaran a la zona norte de la ciudad.

Años más tarde llegaron las olas de inmigrantes (con preponderancia de gallegos, cántabros, genoveses y judíos sefardíes) que, conjuntamente con la instalación de fábricas, transformaron la zona en un barrio industrial de clase trabajadora.

Es el barrio mencionado por Leopoldo Marechal en su obra Adán Buenosayres y por Ernesto Sabato en Sobre héroes y tumbas. Fue cuna de los payadores César Cantón y Félix Hidalgo, y de Ángel Villoldo, autor de los tangos “El choclo”, “La morocha” y “Cuidado con los 50”.

Varios tangos fueron ambientados en Barracas:

Viejo café de Barracas,
turbios recuerdos de entonces,
que allá por el año once
tenía entreveros de facas…
Hoy has cambiado tu pinta,
todo es nostalgia y neblina,
ya no es muchachos de esquina
la del Café El Pasatiempo,
cuando tocaba en sus tiempos
el Tigre del Bandoneón…

“Café de Barracas” (de Enrique Cadícamo)



Yo soy del barrio de Tres Esquinas,
viejo baluarte de un arrabal
donde florecen como glicinas
las lindas pibas de delantal.

Tres esquinas” (de Enrique Cadícamo)

Las Tres Esquinas son las que se forman con el cruce de la calle Osvaldo Cruz (antes llamada Tres Esquinas) y la avenida Montes de Oca. En la intersección de Osvaldo Cruz con las calles Vieytes y Herrera existía una estación de ferrocarril llamada Tres Esquinas destinada a trenes de carga que empalmaba con las vías procedentes de Plaza Constitución.

Cabe aclarar que muchos tangos mencionan a Barracas al Sur, así era denominada la actual ciudad de Avellaneda y, por extensión al partido que ocupaba la orilla sur del Riachuelo, que hoy corresponde a los partidos de Avellaneda y Lanús, que en 1944 se dividieron del original Partido de Barracas al Sur.

Una calle en Barracas al Sur,
una noche de verano,
cuando el cielo es más azul
y más dulzón el canto del barco italiano…

Silbando” (de José González Castillo)

Bailarín compadrito,
que floreaste tu corte primero,
en el viejo bailongo orillero
de Barracas al Sur…

Bailarín compadrito” (de Miguel Bucino)