Por
Roberto Selles

Gran Hotel Victoria - “Gran Hotel Victoria”, un tango anónimo

xiste una cantidad de tangos cuyo origen autoral es confuso y, en general, están inspirados en viejas tonadillas y aires populares. A dichos tangos podríamos catalogarlos de «tangos anónimos». Como ejemplo, dos muy famosos: “Don Juan (El taita del barrio)” de Ernesto Ponzio y “Siete palabras” de Juan Maglio, hay muchos más, el que vamos a tratar es uno de estos casos.

En la Historia del tango, que escribimos en colaboración con José Gobello y fue publicada, en entregas periódicas, por varios diarios del país, allá por los años 1975-1978, decíamos acerca de “Hotel Victoria”:

«El señor César Viale, en su libro Estampas de mi tiempo, aseguró que ese tango se ejecutó por primera vez en uno de los célebres bailes carnavalescos del Politeama (academia y después café, que estaba en Buenos Aires, en la esquina de Corrientes y Paraná). Pero el historiador cordobés Efraín Bischoff dice otra cosa. Afirma que es un tango cordobés y que lo compuso Feliciano Latasa para inaugurar, el 4 de enero de 1906, la ampliación del Gran Hotel Victoria que don Pascual Andruet tenía establecido sobre la calle San Martín 133, de la ciudad de Córdoba».

No está demás intentar una breve biografía del compositor o, más bien, presunto compositor de la obra. Pianista y violinista, Latasa había nacido en San Sebastián —Guipúzcoa, España— el 25 de septiembre de 1870, y se radicó en la santafesina ciudad de Rosario en los estertores del siglo veinte. En la mencionada ciudad, dirigió la orquesta de la Sociedad España y el Orfeón Gallego.

Ya en Córdoba, actuó en el Club Democrático España y en los hoteles Roma y Victoria, dirigiendo su orquesta integrada por José Ferreras y Cristóbal Boday (violines), José Aguilar (flauta), José Guisado (clarinete), Ernesto Di Blasi (pistón) y J. Macia Granja (contrabajo). Compuso el tango “Gran Hotel Victoria (Hotel Victoria)”, el chotis “Carmencita”, las zarzuelas “Risas y lágrimas” y “Celeste”, y, según Vicente Gesualdo, numerosas piezas de salón, chotis, mazurcas, polkas, valses, pas de quatre. Falleció en Córdoba el 18 de septiembre de 1906, cuando estaba a punto de cumplir 36 años.

Volviendo al tango de marras, comienzan las dudas sobre su autoría. Según Eduardo Stilman, «Las primeras ediciones de esta pieza no llevan firma alguna, mientras otras está signadas por las iniciales H. D.».

El 20 de octubre de 1924, Carmen Jiménez estrenaba, actuando en La borrachera del tango, “La payasa”, un tango cuya letra firmaban los autores de esa obra teatral, Elías Alippi y Carlos Schaeffer Gallo, pero que había sido escrita por J. Polidano. Lo curioso es que la melodía no era otra cosa que la de “Hotel Victoria”, como puede apreciarse en la versión que dejó Ignacio Corsini, ese mismo año, acompañado por la guitarra de José María Aguilar, sello Odeón 210 A. No conocemos otra grabación con ese título y esa letra.

En la década siguiente —1932 para ser precisos—, aparecía una partitura en cuya carátula rezaba: “Hotel Victoria”. Tango para piano de Luis Negrón. Editor e impresor Luis Filardi. ¿Quién será este señor Negrón del cual no tenemos otra información que una partitura del tango “El cebollero”, con letra de Ángel Villoldo?

Mucho después —nos dice Bischoff—, la misma partitura «fue calcada por dos compositores japoneses, Midori Tagami y su sobrina Eri, para su canción “Mizuiro No Koi”, que la cantante Amachi transformó en un ruidoso éxito de los años setenta».

Cabe aclarar que, además de la letra escrita por Polidano como “La payasa”, la obra lleva una copla anónima que decía: «Mirá la china/ cómo se pinta/ color de tinta/ para pasear» o esta variante del último verso: «que da calor», y una letra de Carlos Pesce de 1932, que llevaron al disco Ángel Vargas, en 1945, con la orquesta de Ángel D'Agostino y Tita Merello, en 1968, con el acompañamiento de Carlos Figari.

Pero acá no termina la cosa. Es de rigor preguntarse ¿Por qué aparecieron las firmas de H. D., de Alippi-Schaeffer Gallo, de Luis Negrón y de los autores japoneses si la obra pertenecía a Latasa? Probablemente porque no le pertenecía.

El estudioso rosarino Héctor Nicolás Zinni nos escribía en carta fechada el 10 de junio de 1988: «Latasa estuvo algún tiempo en esta ciudad. Por allí, vaya a saberse por qué, se raja a la ciudad de Córdoba para unos carnavales y allí estrena el tango “Hotel Victoria”. No hay datos acerca de dónde lo compuso, si aquí o en Córdoba. Incluso no se sabe con seguridad que el tango fuera de él, pese a haberlo firmado (Latasa, creo, no tiene ninguna otra composición tanguera). Por allí, alguien le atribuyó el tango a un violinista rosarino llamado Alfredo Barone. Cuando yo me enteré, traté de ubicarlo. Di con él, pero en Buenos Aires, ya que en sus últimos años el hombre estaba viviendo allí. Nos carteamos. No me quería decir nada por carta, me invitaba a que fuera a verlo y me iba a aclarar mis dudas. Yo, por distintos motivos, no pude ir. Pasó el tiempo y Barone murió llevándose el secreto (si lo había) a la tumba».

Además Zinni, en una nota anterior, para la Revista de Historia de Rosario, en 1977, dice: «“Gran Hotel Victoria”, cuya paternidad reclamará sin éxito, el violinista rosarino Alfredo Barone».

Más allá de tantos autores para una sola obra, tenemos la coincidencia entre los temas de la primera parte del tango y la tercera de “Yunta brava” de Ángel Villoldo. ¿Se trataba de una melodía anónima?

Probablemente, ya que sobre esta pista nos volvió a aparecer otro detalle. Cuando en 1979, presentamos en el Café Tortoni el espectáculo Del tango andaluz al tango criollo, en el que Lola Hisado entonaba los ejemplos hispanos y José Benzabath los nuestros, luego de oír a Benzabath interpretar la copla anónima de “Hotel Victoria”, Lola nos sorprendió, una vez terminada la función, con estas palabras: «Hay una canción española que tiene la misma melodía». Se refería a la de la tercera parte que, según el texto de Pesce, dice: «Hotel Victoria, vos que supiste/ lo que he llorado en mi soledad».

La conclusión fue que se trataría de alguna melodía anónima española y de allí la habría tomado Latasa o quizás Barone, vaya a saberse quién. Por otro lado, acaso toda la obra sea anónima, ya que la primera parte es una típica introducción de milonga para guitarra y también aparece, como quedó señalado, en “Yunta brava”, mientras las tres restantes presentan un inconfundible aire de tango andaluz.

En suma, Latasa o Barone o quien fuese, debió de haber tomado algunos aires populares para componer el tango.

Por último, en lo referente al hotel que inspiró su título —más allá de quien fue el autor y cual la fecha de la composición—, sin duda, el nombre se lo puso Latasa para cumplir con su compromiso artístico, en el festejo por el final de las obras de remodelación del hotel cordobés.

Algunas grabaciones de "Gran Hotel Victoria"

Orquesta Vicente Greco (1910)
Estudiantina Centenario Dir: Vicente Abad (1910)
Orquesta Roberto Firpo (1925)
Orquesta Francisco Canaro (1935)
Orquesta Juan D'Arienzo, (1935)
Orquesta Ángel D'Agostino, con Ángel Vargas (1945)
Cuarteto Roberto Firpo (1948)
Orquesta Juan D'Arienzo (1948)
Cuarteto Juan Cambareri (1949)
Conjunto Domingo Rulio “Pa’que Bailen Los Muchachos”
Orquesta Joaquín Do Reyes (1952)
Orquesta Florindo Sassone (1959)
Quinteto Pirincho Dir: Francisco Canaro (1959)
Quinteto Real (1961)
Orquesta Juan D'Arienzo (1966)
Conjunto Carlos Figari, con Tita Merello (1968)
Cuarteto Héctor Stamponi (1975)
Orquesta Jorge Dragone
Dúo Salgan-De Lío (1976)
Sexteto Mayor (1977)
Dúo Salgan-De Lío (1988)
Sexteto Norberto Ramos
Sexteto Tango Concertino (1995)
Nuevo Quinteto Real (1999)
Quinteto Quique Lanoo “Quinteto De Maestros”
Orquesta Jorge Arduh (1999)
Quinteto Pablo Mainetti, con Rubén Olmos (2000)
Orquesta Omar Torres (2003)
Cuarteto Tango Desatado (2004)