Por
Roberto Selles

El apache argentino - Un tango piel roja, “El apache argentino”

pache era el nombre de una nación india del sur de Norteamérica. Y fue, durante las últimas guerras de aquellos pieles rojas contra el ejército estadounidense, cuando la palabrita se difundió por la prensa mundial.

Tanto insistió el periodismo con los nombres de los caciques apaches alzados, que los hampones de París adoptaron alias como Cochise, Jerónimo, Manuel y aún más, en su afán de copiar, tomaron también nombres de la tribu sioux, Toro Sentado, Caballo Loco, por dar algunos ejemplos. En consecuencia, los diarios franceses Le Matin de París y Le Journal, denominaron apaches a los delincuentes de la capital francesa.

Pasó el tiempo y el 17 de mayo de 1912, el recordado periodista Juan José de Soiza Reilly publicaba en la revista Fray Mocho un artículo titulado: Buenos Aires tenebroso. Los apaches.

Fue el historiador rosarino Héctor Nicolás Zinni quien rescató y nos hizo conocer esas insólitas líneas. Decía Soiza Reilly:
«—“¿Quiere ver apaches?”, preguntome un activo comisario de investigaciones.
“—¿Apaches? Existen en Buenos Aires?”.
“—Abundan. Poco a poco se van aclimatando. Lentamente introducen en nuestra ciudad sus bárbaras costumbres... Discuten, juegan, roban, pelean, asesinan, matan. Usan en el destierro el caló parisién».

Acota Zinni que la nota muestra además, fotografías de los denominados apaches reunidos en el interior y exterior de distintos cafés ubicados en la zona céntrica porteña.

Por esta razón, en la década del diez surgieron varios tangos que mencionaban en sus títulos a los referidos personajes: “El apache” de Mauricio Mignot; “El apache porteño” de Luis Bernstein, de 1913, grabado por su hermano Arturo para discos Atlanta; “El rey de los apaches”, de Alberto Bellomo, dedicado a los argentinos residentes en París; “Apache uruguayo” de Francisco Baldomir, que ganó el primer premio del Concurso de Tangos verificado por el Casino de Montevideo, en 1914; “El apache oriental” de Enrique Delfino, de 1912; “El apache rosarino” de Federico Gallo; “El apache argentino [b]” de Celestino Reynoso Basavilbaso y su homónimo, y definitivamente el más conocido, de Manuel Aróztegui, de 1913. Más tarde, para los carnavales de 1930, el estreno de “Apache” de Juan D'Arienzo.

Curiosamente, algunos títulos coincidían. Pero el único de ellos que perduró y constituye uno de los mayores clásicos del género, es el que compuso Aróztegui, cuya grabación por Juan Maglio Pacho, en 1913, fue un éxito. Luego le agregaron sendas letras Arturo Mathon —que la grabó ese mismo año— y, posteriormente, Carlos Waiss, para la película La cumparsita dirigida por Antonio Momplet, en 1947.

Pero “El apache argentino” quedó como el tango instrumental «que habría que tocarlo con el bandoneón cubierto de laureles», según las acertadas palabras de Joaquín Gómez Bas.

Algunas versiones de “El apache argentino”:
Orquesta Juan Maglio Pacho (1913)
Arturo Mathon con orquesta (1913)
Orquesta Juan D'Arienzo (1944)
Orquesta Adolfo Pérez Pocholo (1948)
Orquesta Francini-Pontier (1949)
Cuarteto Roberto Firpo (1953)
Quinteto Pirincho Dir: Francisco Canaro (1955)
Orquesta Donato Racciatti
Orquesta Alfredo De Angelis (1969)
Orquesta Florindo Sassone (1974)
Conjunto Rafael Rossi - «De La Guardia Vieja» (1977)
Cuarteto Oscar Bozzarelli (1982)
Conjunto del Novecientos Dir: Victor De Paz
Los Muchachos de Antes
Solo de guitarra de Conrado López Torres (1989)
Solo de piano de Ariel Ramírez
Guitarras de Juanjo Domínguez (1999)
Quinteto Los Taitas
Quinteto José Libertella
Solo Guitarra De Fernando Javier González (2004)
Orquesta Érica Di Salvo (2004)