La sombra

Tango

La seguí,
por calles y almanaques la seguí,
pero huyó,
sin prisa ni razón huyó de mí.
Era la vida una esperanza abierta,
pero el amor una ilusión desierta.
Y fui gastando en la quimera de alcanzarla
todo el naipe de mi labia,
todo el pan de mi perdón.

Como un espectro insomne que me nombra,
como la sombra fiel de mi ansiedad,
es el cristal del sueño de un amor
que al final se quebró.
Mi serpentina de ilusión voló con ella
sobre la huella sin final de mi obsesión,
y en la comparsa donde voy durando
sin saber cómo ni cuándo
me quedé sin su calor.

La perdí,
de tanto perseguirla la perdí,
mas volvió,
negándome el olvido me siguió.
Porque es al fin la sombra de mi aliento
y a cada paso tras de mi la siento
como el capricho de un fantasma alucinado
que regresa disfrazado
cuando el corso ya pasó.

Como un espectro insomne que me nombra,
como la sombra fiel de mi ansiedad,
es el cristal del sueño de un amor
que al final se quebró.
Mi serpentina de ilusión voló con ella
sobre la huella sin final de mi obsesión,
y en la comparsa que dobló la esquina
un olvido es Colombina
y una lágrima Pierrot.