Chinonga

Vengo a cantar mis verdades, Chinonga,
pa’ que sepas cómo soy
escuchá en esta milonga
los consejos que te doy.
Lo he recogido en la vida, Chinonga,
que es el libro del saber:
—cuando el corazón rezonga—
—su rezongo es por querer.

Y es por eso que te pido, china,
no le des disgustos a mi corazón
que tu boca tenga miel de besos
sólo pa’ mi boca,
sólo pa’ mi amor.
Y que siempre tengan tus miradas,
esas llamaradas
que me dan calor.

Muchos creen que con la plata, Chinonga,
se conquista un corazón
y no saben la milonga
que hay que cantarle al amor.
Una mazamorra ‘e besos, Chinonga,
vale más que un capital
y un apretoncito “juerte”
es remedio pa’ mi mal.