Milonga de otros tiempos

Tiempos viejos milongueros
de mi juventud querida.
Arrabal porteño donde nací,
hoy te invoco con esta milonga,
la “milonga de otros tiempos”,
compadrona, apasionada,
la que en cortes y quebradas sin par
nos marcó toda una tradición.

Noches serenas
de canto y baile,
con las guitarras
y los violines,
allá en los patios perfumados
con el aroma de los jazmines...
Encantadoras
las criollitas
de negras trenzas
y talle fino,
con elegancia la milonga taconeaban
marcando un ritmo de ternura y de amor.

Serenata preferida
que al sentir de mis amores
y a la luz de las estrellas canté
tu romance, milonga querida.
Te admiraba el “cuchillero”
y el romántico “trovero”
y los gauchos que al calor del fogón
entonaban tu criolla canción.

Milonga,
milonga mía,
nunca te olvida
mi corazón.
Triste
y envejecido,
hoy tu recuerdo
es dulce bendición.