Bandoneón fuiste testigo

Tango

Tangotexte: Roberto Vidal

Bandoneón... fuiste testigo
de mis años juveniles,
con escasos veinte abriles
fui escalando posición.
Te acunaba en mis rodillas,
vos me hablabas con ternura
y me dabas la bravura
para lograr mi ambición.

Te alegraban mis conquistas,
aunque a veces tus rezongos
eran como amargos sorbos
y no te di la razón...
Aunque hoy no me arrepiento
al sentirme triste y viejo,
quiero escuchar tus consejos
y... ¡después morir con vos...!

Hoy dormís sólo en tu caja,
ya mis dedos no te tocan,
son en vano las congojas,
sólo vos me comprendés.
Si volvieran esos años...
volvería a ser el mismo
y tratarte con cariño...
¡cómo siempre te traté!...