Herido de adiós

Gastada de ausencias, nublada de espera
su amada madera tembló en el rincón.
Apuro de vida y un cielo distante,
partió el caminante herido de adiós.

Naufragio de dudas, dolor que no avisa
y en esa cornisa de ser o no ser
germina el silencio y el tiempo perdido
se embriaga de olvido y arrasa el después.

Suspiro.
Fracaso.
Carencia a destajo,
enjambre feroz.
Ausencia.
Locura,
fatal desmesura,
locura de a dos.

Su miedo rendido pidió… casi nada:
ganar su mirada, su piel, su perdón,
piedad al pasado, que cambie el destino
y un sol peregrino que borre el temor.

Lloraron destierros dolientes de abrazo
volver al regazo hambrientos de amor.
Mojados de hastío, salvajes y atroces,
callaron las voces y el tiempo pasó.

(Coda)
Silencio. Vacío.
Temblor confundido. Volver del dolor.
Insomnio. Vacío.
Saberse perdido, herido de adiós.