La malaria

Poema lunfardo

Suena fuelle compañero,
y no dejes de tocar,
que este porteño está triste,
con ganas de recordar.

Llora tu canto de yeca,
con tu sonido tristón,
que me invade la nostalgia
y me estruja el corazón.

Deja que caigan las notas,
de tu amarillo teclado,
que El quía que hoy te canta,
siente su pecho agitado.

Los grilos se me secaron,
ya ni conocen el vento,
la malaria se hizo dueña
y me dejó sin aliento.

Los tamangos ya sin suelas
de yirar el empedrao,
por conseguir un marroco
que me calme el entripao.

Hoy me miran de querusa
los "amigos" que banqué,
y miran con desconfianza,
al flaco de la balanza,
porque perdieron la fe,
el amor y la esperanza.