Por
Ricardo García Blaya

ste cantor de fino fraseo y sólidos recursos, fue un precoz intérprete de nuestra música ciudadana. La calidad y el extenso rango de su voz, lo tentó, siendo aún muy joven, a probar con otros ritmos, cuestión que le valió el reproche de la muchachada tanguera. Hoy, recuperado plenamente para el tango, es una de las principales estrellas de la cartelera porteña.

Nació en Buenos Aires, en el barrio de San Telmo y desde muy pequeño se convirtió en una figura reconocida. Debutó en 1963, en el Canal 7 de televisión, integrando un coro infantil. Después, en el programa de Roberto Galán, en 1967.

Ese mismo año, estuvo en el recordado entretenimiento televisivo, La Feria de la Alegría, conducido por Juan Carlos De Seta, Brizuela Méndez y Colomba. Dos años después, integró el elenco de Grandes Valores del Tango, dirigido por Juan Carlos Thorry y la participación especial de Tito Lusiardo. Y, desde ese momento, comienza una carrera ascendente, actuando en los escenarios más importantes del país, también en el extranjero.

Actuó en el mítico Caño 14, acompañado por Atilio Stampone, donde también estaban Aníbal Troilo, Roberto Goyeneche y el gran bailarín Juan Carlos Copes.

Entre los años 1976 y 1988, grabó seis discos de tangos para diversos sellos: Zero, Parnasso, Diapasón. De esa época son sus primeros éxitos: los valses “El trovero” y “Frente a la facultad”, la milonga “Yo soy de San Telmo”, con versos de Félix Luna y los tangos “Una piba como vos” y “Mi otoño sin tu amor”, que le pertenece, con versos de Eduardo Trufa.

A mitad de los años ochenta su carrera tomó un giro ascendente. En 1986, viajó a los Estados Unidos y en Nueva York, perfeccionó su técnica interpretativa con los mejores profesores. Ganó un concurso en la televisión, en el ciclo Star Search, por la popular cadena CBS. En esa oportunidad, cantó una personal versión del tango “Nostalgias”, en inglés. En 1988, viajó a Las Vegas contratado como protagonista en una comedia musical, Latin Quarter, ganándose el reconocimiento de la prensa como el mejor cantante de musicales de la temporada.

Por esos años, comenzó su dedicación a la producción discográfica y de bandas de sonido para películas. Produjo dos canciones junto al prestigioso compositor Roberto Livi y es contratado por la empresa Sony Music para grabar dos discos. A raíz de lo cual, entre 1992 y 1994, recibió dos discos de platino y tres de oro, en Argentina, México, Colombia, Venezuela y Chile. Logró además, estar en los primeros puestos de ventas y ejecución del Billboard Chart Latino de los Estados Unidos.

Realizó cuatro giras exitosas por Japón, acompañado por la orquesta de José Colángelo, trabajó dos temporadas junto al maestro Mariano Mores y viajó con su canto por toda latinoamérica.

Al cumplir treinta años con la música, lo festejó con un show por televisión junto a sus colegas: Jairo, Adriana Varela y Raúl Lavié.

Su penúltimo trabajo discográfico, el octavo de su carrera y que también produjo —bajo su propia dirección musical y arreglos—, recibió el premio Gardel a la Música 2002, máximo galardón de la industria fonográfica argentina, al mejor álbum de tango.

Protagonizó, en 2002, la opereta criolla de Alejandro Dolina, Lo que me costó el amor de Laura, en el Teatro Avenida y en el nuevo Teatro Argentino de La Plata, compartiendo el elenco con Julia Zenko y el conjunto Los Huanca Huá y, poco tiempo más tarde, la opereta El romance del Romeo y la Julieta, de Julio Tahier, un original musical que narra el texto de Sheakespeare con tangos.

En el año 2002, recorrió Francia con la obra de Piazzolla y Ferrer, María de Buenos Aires, cerrando la gira con dos conciertos en el Teatro Palais Chaillot, en París.

En el cine, actuó en la película dirigida por Fernando Siro: La Canción de Buenos Aires, estrenada el 28 de febrero de 1998, junto al actor Ricardo Darín y la cantante Manuela Bravo.

Para su último disco contó con una orquesta sinfónica e interpreta canciones de Astor Piazzolla y de su amigo, el poeta Horacio Ferrer.