Sofía Bozán

Nombre real: Bergero, Sofía Isabel
Cancionista y actriz
(5 noviembre 1904 - 9 julio 1958)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Pablo Taboada

n la década del veinte se vinculó al mundo del espectáculo como integrante del coro de la compañía teatral Vittone-Pomar adoptando el apellido de su prima Olinda, que ya era una actriz conocida.

De a poco y en ascenso fue escalando posiciones en la compañía teatral lo que le permitió ingresar en el más prestigioso de los rubros teatrales de la época, Muiño-Alippi, de los actores Enrique Muiño y Elías Alippi.

Con ellos debuta como cantante en 1926 estrenando el tango “Canillita canillita” de Tomás De Bassi y Antonio Botta. A partir de entonces nació un estilo picaresco, relacionado hondamente con el tango humorístico, la cachada (la burla) y el lunfardo, iniciando un modo de interpretación que fue seguido después por otras colegas suyas, como el caso de Tita Merello.

Mientras cantaba Sofía bailaba y caminaba el escenario y fue una de las pioneras en intercalar diálogos y bromas con la gente del público.

A pesar de su humor no perdió la costumbre de interpretar tangos dramáticos. Tanto es así que en 1927 con la compañía de Elías Alippi y en la obra de Pascual Contursi Saltó la bola, estrenó el tango de Raúl de los Hoyos y Luis Bayón HerreraUn tropezón” que grabara ella misma y otras figuras como Carlos Gardel, amén de casi todas las orquestas de la época.

A partir de 1929 comenzó a grabar discos en la casa Electra, propiedad de Alfredo Améndola pionero de nuestra fonografía. Allí fue acompañada por la orquesta de Francisco Pracánico con quien hizo “Un tropezón”, “Canillita canillita”, “Nicanora”, “Gabino”, “Carro viejo”, “Cobarde”, “Esta noche me emborracho” y “Engominado”, todos ellos éxitos que se convirtieron en clásicos del cancionero popular. Grabó también con acompañamiento de guitarras algunas piezas criollas, el estilo “Mis quejas” y la zamba “Traicionera”.

En 1930 pasó a grabar en los discos Nacional-Odeón donde deslumbró en la interpretación de “Yira yira”, entre otras.

Triunfó ampliamente en el teatro de Buenos Aires, siendo número de atracción en la compañía de revistas del Teatro Sarmiento que dirigían Manuel Romero y Luis Bayón Herrera.

Con esta compañía realizó una gira por España y Francia a comienzos del año 1931. Y en mayo de ese mismo año debutó en el cine, junto a Carlos Gardel para la Paramount francesa filmando la película Luces de Buenos Aires, en la que también participó Julio De Caro.

Al regresar a Buenos Aires se vinculó para siempre al Teatro Maipo donde actuó hasta el final de sus días. Fue tanto el tiempo y la dedicación de Sofía en ese lugar que la bautizaron El Alma del Maipo.

Desde la década del treinta y hasta 1950 participó en varias películas filmadas en el país. Entre las que se destacan Loco Lindo junto al famoso actor cómico Luis Sandrini, Puerto Nuevo con el gran actor Pepe Arias y el cantante Charlo, con quien también hizo Los Muchachos se Divierten y Carnaval de Antaño.

En 1942, participó en el inolvidable film Elvira Fernández, vendedora de tienda junto a Paulina Singerman. En 1943 actuó en La Calle Corrientes y en 1951 en El Patio de la Morocha.

Actriz teatral y cinematográfica, cantante y bailarina de tango, siguió en el Maipo hasta el día de su fallecimiento.

Sin embrago tanto en el teatro, como en el disco o el celuloide La Negra Bozán dejó impresa su alma de tango.

Su espíritu, su alegría y sus canciones vibran en el aire de Buenos Aires porque Sofía es parte de ella. Sofía Bozán es un emblema que representa con orgullo la historia del teatro, el cine, el tango y la vida de los porteños.