Mario Battistella

Nombre real: Zoppi Battistella, Mario
Seudónimo/s: A. Wood
Poeta, letrista y autor teatral
(5 noviembre 1893 - 10 octubre 1968)
Lugar de nacimiento:
Monforte (Verona) Italia
Por
Néstor Pinsón

o lo considero un olvidado, pero si un dejado a un lado cuando se formula la pregunta sobre quienes son los mejores letristas. Con justicia son nombrados hasta una docena de ellos, están los que deben estar, pero asombrosamente, nadie nombra a Battistella.

Declaró haber escrito unas 2000 letras, obviamente la mayoría olvidables que fueron estrenadas en revistas teatrales pasatistas, que duraban no más de un par de semanas en el cartel. Pero entre aquellas letras realizadas con una intención superior se destacan numerosos éxitos. Tuvo la característica de interesarse por la problemática social. No fue en muchos títulos, pero salvo Discépolo, ¿cuántos letristas la abordaron alguna vez?

Enemigo del lunfardo pesado y de situaciones ramplonas creó la letra de “P’al nene”, con música de Edmundo Rivero, como contrapartida de "El nene del Abasto" de Raúl Hormaza y música de Eladio Blanco, cuya letra lo digustaba: «Porque mostraba las peores cosas de la vida, como enseñar las técnicas del robo, etcétera. Quise demostrar lo ridículo del personaje, porque creo que hay que arremangarse y hacer algo constructivo. Como le dije una vez a Gorrindo, dejar de lado entre otras cosas el famoso triángulo amoroso». (reportaje de Noemí Ulla).

En “P’al nene” le reprocha al guapetón que es más guapo el que labura que aquel que se enorgullece de ser un matón, un vividor. Moraleja sencilla y antigua como la vida misma. También en colaboración con Edmundo Rivero, autor de la melodía, repite la misma idea en el tango “Pobre rico”: «No es rico el de mas vento/ sino el de más moral». Aquí el, que recibe la crítica es aquel personaje que desde el conventillo asciende en la escala social sin mayores pruritos.

Dos ejemplos más: “Al pie de la santa Cruz”, con música de Enrique Delfino que, a la excelente versión de Gardel hay que sumarle la también excelente interpretación de Alberto Gómez, y “Bronca” en colaboración con Edmundo Rivero, consagrado por Osvaldo Pugliese con la voz de Alfredo Belusi.

Al respecto del primero el poeta comenta: «...como muestra de interés por los temas sociales, esta letra fue inspirada por la realidad. Durante el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen (1916-1922) ocurrió la huelga de los talleres metalúrgicos Vasena y la consecuente represión de las fuerzas del orden, que dio un número de muertos mucho mayor que los citados por los diarios de la época. También los trágicos sucesos de la Patagonia, reprimidos ferozmente por el Ejército Argentino.»

La letra relata la historia de un hombre preso y las consecuencias en su familia. Battistella lo describió con trazos gruesos pero para nada alejados de la realidad: «Declaran la huelga, hay hambre en las casas/es mucho el trabajo y poco el jornal...». Al final de la letra, y como dato curioso, dice: «Largaron amarras y el último cabo. Se pierde de vista la nave maldita y cae desmayada la pobre mujer». La referencia del barco indica que es conducido al terrible penal de Tierra del Fuego (que se comenzó a construir en 1902 y se clausuró en 1947).

El segundo ejemplo, en los años 60, es sin duda su mayor logro en el campo de la denuncia social, el tango “Bronca” con música de Edmundo Rivero. Es posible que alguno pueda pensar en Discépolo por el clima con que expresa su protesta, pero la realidad histórico-política es más cercana, posiblemente la última vehiculizada a través de un tango, entre otras cosas, porque el género ya había perdido su hegemonía. Es 1962, acababan de echar al presidente Arturo Frondizi, un pacto entre civiles y militares lleva al senador sanjuanino José María Guido a ocupar su lugar, pero es títere de los militares que realmente detentaban el poder.

A su tango “Sueño querido” lo consideraba el más logrado. Sobre él dijo: «Tiene un fuerte acento autobiográfico, allí un joven se va de su casa en pos de un ensueño. A mí me ocurrió a los 14 años y quise demostrar cómo en la vida las ilusiones juveniles suelen ser destruidas quedando sólo la desesperanza». Sueño querido ha pasado tu carroza.

En esta breve reseña no podemos olviadarnos de “Cuartito azul”, donde un muchacho estudiante comparte sus sueños e inquietudes con su rincón, con su bohardilla. Tampoco de “Remembranza” que es un recuerdo sentimental.

El que tuvo muchas grabaciones fue su tango “Canto”, con música propia y que fuera estrenado en la película Dancing, en 1933, y grabado por primera vez por Francisco Canaro con Ernesto Famá, en 1934. Muchas de sus versiones fueron registradas en Europa, acá es un tango casi desconocido.

Nacido en Verona, Italia, arriba a nuestro país en 1910 luego de pasar un tiempo estudiando en París y Viena. En 1922 debuta como autor de sencillas comedias musicales junto a Francisco Bohigas el encargado de musicalizarlas. Ese mismo año se conoció con Carlos Gardel.

En 1929, viajó a Italia para visitar a sus padres y luego marchó a Francia. Allá se relacionó con el sello Paramount y fue traductor al español de las películas mudas (las leyendas que aparecían entre escena y escena).

Fue colaborador estrecho de Gardel cuando llegó a París. Con Alfredo Le Pera construyó el argumento del film Espérame. Con el hermano de éste, José Le Pera, escribió el primer libro sobre El Zorzal: Carlos Gardel, Su Vida Artístico y Anecdótica. En 1933, cuando Gardel deja definitivamente Buenos Aires lo invita a viajar con él, pero tenía otros compromisos y desiste de participar en la gira.

Para paliar necesidades económicas comienza a escribir guiones y letras para comedias musicales de poca calidad. También hace canciones de los más diversos ritmos hasta que llega su primer tango con música de Charlo, “Pinta brava” que el mismo Charlo estrenara con la orquesta de Francisco Canaro en 1928.

Gardel le llevó al disco entre 1932 y 1933 diez títulos: “Al pie de la Santa Cruz” con música de Enrique Delfino, “Criollita de mis ensueños”, “Estudiante”, “Mañanita de sol”, “Me da pena confesarlo” y “Melodía de arrabal”, todos con música de Gardel y en colaboración con Le Pera, “Cuando tu no estás” con Gardel y en colaboración con Lattes y Le Pera, “Desdén” con Gardel, “Medallita de la suerte” (“Mi alhaja”) con Gardel y Razzano y “Sueño querido”, con Ángel Maffia.

En su extensa obra hay que destacar también los ya mencionados “Cuartito azul” con música de Mariano Mores, “Remembranza” con Mario Melfi, “No aflojés” con Pedro Maffia y Sebastián Piana y “Tiernamente” con Agustín Bardi.

Fue un poeta sencillo pero profundo, injustamente desplazado en la consideración de los exégetas de la poesía tanguera. Nuestro sitio quiere reivindicar su talento y su compromiso con el hombre de trabajo y las luchas populares.