Azucena Maizani

Nombre real: Maizani, Azucena
Seudónimo/s: La Ñata Gaucha y Azabache
Cancionista, compositora y letrista
(17 noviembre 1902 - 15 enero 1970)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Orlando del Greco

ebuta en el teatro como figuranta en 1923, en la compañía de César Ratti en el Apolo, y meses después descubierta por Delfino, como cancionista en el Nacional, en el sainete de Alberto Vacarezza A mí no me hablen de penas con el tango “Padre nuestro” acompañado por la orquesta de Salvador Merico. (Francisco Canaro afirma en su libro biográfico que él la descubrió y la bautizó Azabache por su pelo renegrido).

En forma consecutiva desfila por las compañías de Tomás Simari, Florencio Parravicini, José González Castillo, Alippi-Morganti, Héctor Quiroga, siempre con éxito, hasta que decide con Enrique Rando formar la propia y debutar con ella en el Teatro Comedia por 1926. Al año siguiente lo hace en el Porteño y al subsiguiente en el Maipo. Después de actuar en casi todos los escenarios porteños, hace su debut en cine con la película de Julio Irigoyen, La modelo de la calle Florida, en 1929, precursora de otras incursiones suyas por el séptimo arte que se llamaron: Tango de 1933, Monte criollo de 1935, Di que me quieres de 1939, filmada en Nueva York y acompañada musicalmente por Terig Tucci y Nativa en 1940.

Paralelamente a su labor teatral graba en discos Nacional que empieza a vender sus creaciones en 1924, después grabaría en discos Brünswick y en Victor, y empieza a actuar por ese año en radio, medio que la contó como atracción por más de treinta años difundiendo su voz todas las emisoras de la capital y amenizando programas de primera calidad por Belgrano, Mitre, El Mundo, Splendid, Argentina, donde hizo con Lopecito ¿Te acordás hermano? y varias más.

Libertad Lamarque la bautizó La Ñata Gaucha en 1935 y en 1937 escribió la obra Cuando aman las mujeres que se estrenó en el escenario del Teatro Fénix.

Recorre el país en giras diversas y en 1931 en sociedad con Roberto Zerrillo y bajo la dirección artística de Mario J. Bellini (buen autor de revistas) dan formas a la Compañía Argentina de Arte Menor para trabajar en España, debutando el 11 de septiembre en el Teatro Alcázar de Madrid. Actúa luego en Barcelona, Santiago de Compostela, Teruel, Valladolid, Santander, Bilbao, Burgos, San Sebastián, Zaragoza, Huesca, Gijón, Alicante, Zamora, Valencia, Palma de Mallorca y el 14 de abril de 1932 debuta en Lisboa (Portugal), en el Teatro María Victoria, luego Oporto, Braga, Coimbra y también en Biarritz (Francia) con señalado éxito, siempre con la misma compañía.

Casi toda América la conoció actuando o cantando en sus escenarios o frente a sus micrófonos: Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Cuba, México, Brasil, EE.UU., etc.
Estrena e impone numerosos tangos, siendo en todo momento figura consular de la canción argentina, llamándosele también El Alma del Tango. No muchas obras, pero compone. En 1928 da a conocer “Pero yo sé”, que es exitoso tango; “La canción de Buenos Aires”, que le grabó en disco su amigo y colega Carlos Gardel; “Pensando en ti”, gran vals con versos de Celedonio Flores; “Decí que sí [b]”, famosísima ranchera que, hiciera con Cufaro y Pidemunt; “Adonde están los varones”, milonga; “Volvé Negro”, es de 1924 y su primera obra; “Aguas tristes”, “¿Por qué se fue?”, “Dejame entrar hermano”, “En esta soledad”, “Remigio”, ranchera, “Lejos de mi tierra”.

A Carlitos Gardel lo conoció en 1923 en una cena de camaradería ofrecida por el empresario del Teatro Nacional Don Francisco Carcavallo a su personal artístico. Demás está decir la amistad que desde entonces se profesaron estos dos grandes intérpretes.

Cuando el Zorzal filmaba en Nueva York su película El día que me quieras en 1935, le remitió la carta que se transcribe a continuación y que atestigua aquella amistad: «Querida Azucena: Recibí tu atenta carta, que agradezco, no sólo por el saludo afectuoso que me envías, sino también por los buenos deseos que me auguras. Ambas cosas las retribuyo, y que toda la suerte que ansías para mí, la tengas tú. Pocas cosas tengo que agregar a lo que, seguramente, sabrás, informada por Armando.

«Trabajando fuerte y parejo. He terminado de filmar una película que creo superior a mis anteriores, según mi propia impresión y la de algunos productores de aquí; difícil es opinar favorablemente en este sentido. Estoy, asimismo, contento de mi música, especialmente de un tango dramático que ha resultado un verdadero acierto. Te lo recomiendo es especial, pues te viene formidablemente para tu temperamento dramático. Creo y te auguro que harás de él una buena interpretación. Es especial para ti.

«Mañana, precisamente, comenzamos la segunda película, y una vez terminada, que será en los primeros días de marzo, haré una rápida gira por Cuba, Puerto Rico, Méjico y Venezuela. La Paramount me ha dado permiso unos meses para este propósito. Trataré de traerme unos cuantos dólares que andan por ahí y que dicen me están esperando. Mientras tanto seguiré practicando inglés, para intervenir en producciones americanas, pues he recibido propuestas muy tentadoras. Como puedes ver todos mis proyectos son de trabajo y sólo espero que me acompañe un poco la suerte y la "santé".

«Te agradezoo sobremanera las fotos recibidas. Cuenta desde ya con una mía. Con el amigo Tito Lusiardo te la enviaré. Elegiré la mejor, deseoso de que ella pueda mantener cerca tuyo toda la simpatía y estimación que te tengo.

«Espero que sigas cosechando los éxitos que justamente mereces y a los cuales estás habituada. Sabes toda mi admiración para ti como artista, ajena a la gran amistad que te profeso. Eres la máxima intérprete de nuestros queridas canciones, pues agregas a tus condiciones de artista, tu incomparable simpatía y tus femeninos encantos. Si alguna vez se te presenta la ocasión no olvidés este país, donde también puedes triunfar. Reitérote todos mis buenos deseos para la amiga que desde lejos me envía sus cordiales saludos.

«No creo que pase mucho tiempo sin que me dé una vueltita por mi querido Buenos Aires, para estrechar la mano de mis camaradas y oírte cantar como en tus mejores tiempos, mi nuevo tango “Sus ojos se cerraron” (Papusa teneme fe).

«Recibe como siempre, el testimonio de mi invariable cariño y la admiración de artista. Te abraza, Carlos.»

La fotografía que le envió por Lusiardo dice: «A mi gran amiga, Azucena Maizani, con gran cariño. Carlitos».

Azucena Maizani nació en Buenos Aires (Palermo) el 17 de noviembre de 1902 y allí falleció el 15 de enero de 1970.