Amanda Ledesma

Nombre real: Rubianes Alzuri, Josefina
Cancionista
(31 diciembre 1911 - 18 febrero 2000)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Néstor Pinsón

u historia comienza en 1929, cuando la mayoría de los jóvenes de Buenos Aires conocían las letras de los tangos en boga y, a escondidas o entre amigos, los cantaban albergando sueños de triunfo. Josefina era una humilde empleada en una tienda céntrica cuando alguien le propuso que se presentara en un concurso, que se realizaría en el nuevo cine Gaumont.

Más allá del resultado de este concurso, su participación se destacó y, días más tarde, debutaba en la reconocida Radio Prieto. Han dicho que su debut fue acompañado por la guitarra de José Ricardo y que interpretó, como primer tema, “Alma en pena”.

Luego, continuó actuando en otras emisoras y haciendo presentaciones en obras teatrales —aquellos sainetes que el público consumía con avidez— y, finalmente, su debut en el cine.

En esos años las pioneras del tango eran imbatibles: Rosita Quiroga, Libertad Lamarque, Azucena Maizani, etcétera; lo que hacía muy difícil penetrar entre ellas. Estaban instaladas en el gusto del público, con un éxito extradordinario en el disco.

Amanda cantaba bien y expresaba una enjundia dramática, que la acercaba al estilo de Libertad Lamarque. Tenía buena figura, un cuerpo suelto y agradable y, sin llegar a ser bella, transmitía una sugestiva seducción.

El cine fue el instrumento de su inserción en el gran público, los hacedores de nuestro cine supieron aprovechar sus atractivos, su desenfado, mezclado con una sutil inocencia propia de la época. Era «como anillo al dedo» para las «comedias tontas» del cine argentino, con el valor agregado que además cantaba y lo hacía con gusto y correctamente. Fue la prometida buena del galán de turno. La que se imponía siempre cuando competía con la coqueta de buena posición económica.

Debuta en el cine poco tiempo después de la aparición del mítico film Tango, bajo las órdenes del mismo director: Luis Moglia Barth. Después, en la fallida película Dancing, donde también actuaban la orquesta de jazz de René Cóspito y la típica de Roberto Firpo.

En 1936 llega la película Canillita, donde hacía breves apariciones el afamado cantor Príncipe Azul y el recitador acuarelista Lopecito. En 1937 hace Melodías porteñas, junto con el gran Enrique Santos Discépolo.

Justamente, es este gran poeta el que elige para su dos primeras grabaciones, el tango “Condena” y el vals “Primavera [b]”, para el sello Odeon en 1937.

En 1938, filma El último encuentro, donde hay un breve papel para Choly Mur (la hija de Tania). Senderos de fe junto al actor y chansonier Juan Carlos Thorry, De México llegó el amor, con el cantor mejicano Tito Guizar, donde es la protagonista principal. Luego vendrá El astro del tango, con Hugo Del Carril, y con el mismo galán: La novela de un joven pobre. También actúa en Peluquero de señoras, junto al gran cómico Luis Sandrini.

Abandona el cine y decide dedicarse enteramente al tango. Hace una gira por América, acompañada por el pianista Héctor Stamponi, es el año 1943, van primero a Bolivia, rumbo al norte, actúan en todos los países y llegan a Cuba. Su éxito va creciendo día a día, y es en México donde triunfa definitivamente.

Su cabello castaño oscuro se transforma en rubio platinado, su tez blanca es cuidada al máximo y el contrato con la empresa productora especificaba, taxativamente, la prohibición de tostarse al sol. Esta mutación la transforma para el público en «La diosa rubia del tango». Como tal, nunca luce provocativa, se viste de blanco, con puntillas, como niña casta a la que, con suerte, se le puede arrancar un beso al final de la película.

Allí, en México, consolida sus dotes de comediante y cantanta en el cine. Era común verla en locales nocturnos y oírla en la radio haciendo el rol de comediante, pues adornaba sus canciones con historias mundanas. Hacía participar a los concurrentes y contaba anécdotas de su vida artística.

Permaneció en México durante diez años. En este aspecto, fue vanguardia y ejemplo para otros artistas del tango que luego la imitarían: Libertad Lamarque, Agustín Irusta, Mercedes Simone, Alberto Gómez, Hugo Del Carril y varios más

Había cumplido los 40 años cuando decide regresar. Se presenta en Radio Splendid, en el recientemente inaugurado canal 7 de televisión y en alguna que otra función teatral. En el año 1956 se retira del mundo del espectáculo.

Seguramente, es mucho más lo que de ella podría contarse, pero siempre fue parca con la prensa y son pocos los reportajes que uno puede investigar.

Entre sus grabaciones, además de las mencionadas, podemos destacar las del sello Victor del año 40: “Cariño”, el vals “Quién será”, “Imposible [b]”, todos de Luis Rubistein y el vals “Quién más quién menos” de Rodolfo Sciammarella. Entre 1944 y 1945 graba comercialmente cuatro temas en México: la zamba “Vieja huella”, la ranchera “Qué buscan en la mujer”, el tango “Cruz”, de Héctor Stamponi y Ernesto Cortázar y “Coplas de retache” en dúo con Jorge Negrete (de Manuel Esperón y Ernesto Cortázar).