Vicente Greco

Nombre real: Greco, Vicente
Seudónimo/s: Garrote
Bandoneonista, director y compositor
(3 febrero 1888 - 5 octubre 1924)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Juan Silbido

ació en Buenos Aires, en la barriada candombera de la Concepción. Hijo de Genaro Greco y Victoria Santo, en cuyo modesto hogar criaron ocho hijos.

A Fernando, el primogénito, se le conocía con el apodo de Garrote. Nos basamos en las referencias de su hermano político, el ingeniero Eduardo A. Tate. Éste nos recordaba que Fernando, joven aún, presenciaba una partida de naipes que sostenía su padre y otras personas. Una de las cuales obstinóse en hacerle blanco de insistentes y hasta groseras bromas, acaso predisponía a ello la paciente bonhomía de don Genaro; en cambio, Fernando, ya fuera de sí, resolvió el caso aplicando un soberbio puñetazo al torpe ofensor. Desde aquella ocasión se le distinguió, según manifestamos, con el contundente apodo de Garrote.

Los modestísimos ingresos del hogar exigieron la colaboración de varios de los hijos. De tal suerte Vicente debió interrumpir sus estudios primarios.

Al respecto, los autores Héctor y Luis J. Bates manifiestan:
«La escasez de recursos le enseñó a ganarse el pan desde la más tierna infancia; junto con Ángel voceó diarios en las calles y en aquel ir y venir entre la indiferencia de los que no saben de necesidades, plasmó su alma en una ansiedad de vuelos. La vereda fue su aula: los libros, cualquier papel suelto que rodara arrastrado por el viento como su propia infancia.»

Francisco Canaro nos evoca en sus interesantes Memorias lo siguiente:
«Los Greco eran una familia de músicos y estudiosos. Vivíamos a principios del siglo, casa por medio; ellos en el conventillo de la calle Sarandí nº 1356, y yo en el nº 1358. Vicente era un muchacho con cierta cultura, medio romántico y afecto a la literatura. Su hermano Domingo fue guitarrista y pianista. Ángel fue guitarrista y cantor, y compuso un tango de éxito: "Naipe marcado". Elena tocaba el piano de intuición, pero maravillosamente. Fernando, el mayor de ellos, era carnicero, y había otro hermano, Emilio. María era maestra de escuela y la primera Contadora Pública que se recibió en Buenos Aires.»

El periodista Félix Lima nos entera de los comienzos musicales de Greco en la revista Fray Mocho. Apareció el reportaje en octubre de 1915:
«Inició su trayectoria musical en su adolescencia, hacia 1903 ejecutaba guitarra que complementaba cantando, ello por puro entretenimiento.»

Tanscribimos seguidamente referencias del maestro Julio De Caro:
«Un día, en forma casual, descubre encima del ropero de sus padres una caja. Al abrirla queda asombrado ante ese instrumento desconocido para él (palabras que Vicente me refiriera). Interroga a su madre, quien le responde: «Es una concertina que nos fuera regalada por una familia amiga». Vicente comienza a cultivar tal instrumento, al mes ya ejecuta un vals de Waldteufel, una polca... ¡Juan Tango! Estudia noche y día, sin despegarse del que cree su tesoro, hilvanando sonidos de nuevas canciones.»

Le inició en los secretos del bandoneón un pintoresco personaje del Buenos Aires de comienzos de siglo. Aludimos a Sebastián Ramos Mejía (El Pardo), cuyo desempeño como guarda de tranvías no era obstáculo para que acunara el fuelle.

Nos remitimos nuevamente a Julio De Caro: «Luego de escuchar a Greco ejecutar la concertina, Ramos Mejía, asombrado, aconsejó a los padres que le compraran un verdadero bandoneón. Familiares y amigos integran un fondo común y tras larga búsqueda, por ser entonces muy escasos, logran el tan anhelado bandoneón que regalan al niño prodigio de 14 años. Vicente le toma la mano dominándolo de entrada.»

En el mencionado reportaje de Félix Lima se agrega: »El primer tango que ejecutó Greco fue "La Tirana". Realizó a continuación su debut musical presentándose en San Pedro, San Nicolás, Baradero y Rosario entre otros sitios.»

Acerca de su estada en la localidad citada en primer término, extractamos de La Historia del Tango:
«Beneficiosa fue su permanencia allí, no sólo porque trabó conocimiento con admirados ejecutantes de entonces, sino que al lado de ellos perfeccionó su técnica. Se relacionó con Prudencio Aragón (El Johnny), Ernesto Zambonini (El Rengo), Lorenzo (El Negro) y Juan Borguessi (El Taruguito).

«En San Pedro sufrió un gravísimo accidente. La orquesta cumplía su labor sobre un palco que cedió derribando a los músicos. Puede inferirse que la lesión que le produjo, determinó la enfermedad que más tarde lo llevó a la tumba.»

El ya citado hermano político, ingeniero Tate, nos refería que Vicente poseía un armonio, en el cual además de cumplir ejercitación musical, fue creada gran parte de su obra como compositor. Acerca de la misma requería ineludiblemente la opinión de su hermano Fernando, a quien dispensaba ilimitada confianza.

El teatro siempre atrajo a Vicente, cuyo ambiente frecuentó, vinculándose con diversos autores; citemos a Florencio Sánchez. Impulsado a expresar sus inquietudes, comenzó a escribir para la escena un argumento ligero y jocoso. Su prematura desaparición dejó trunco tal propósito.

Procuraremos describirle físicamente: algo de árabe sugería su rostro de ojos oscuros y cutis cetrino, más bien baja la estatura. En lo referente a estado anímico, propendía a exteriorizar frecuente buen humor.

Vicente Greco puede ser calificado como autodidacta musical, fruto de constante y laborioso esfuerzo. En sus comienzos desconocía la escritura musical, por consiguiente su labor inicial exigió los buenos oficios de colegas amigos, para ser llevada a la partitura.

Recurrimos nuevamente a Julio De Caro, que nos evoca de su niñez lo que sigue:
«Mi padre, el profesor José De Caro, poseía en 1910 su conservatorio y casa de música en Defensa 1020. Frecuentemente le visitaba Greco, que en cierta ocasión llegó mientras yo cumplía mí clase de violín. La misma fue suspendida para atender al recién llegado. Al rato, escucho desde la sala de música, las notas de un bandoneón. Rodeado por un gentío ejecutaba su tango "La Infanta", homenaje a Isabel de Borbón que se hallaba de visita en Buenos Aires. A juzgar por los insistentes aplausos debió repetirlo varias veces.

«Deseoso de expresarle mi admiración, tomé el violín y comencé a ejecutar su tango "El pibe", del cual poseía una parte impresa, que había aprendido a escondidas de mi padre. Tal actitud no fue muy del agrado de éste, pero alcancé a oír a Greco: «Este chico irá muy lejos con su vocación. ¿Quién no le dice a usted que salga un catedrático del tango?». Respondió: «¡Jamás, yo he fijado otro destino para Julio!».

«Aunque simpatizaba con las figuras del tango, a quienes brindaba su amistad, mi padre era chapado a la antigua, e imponía rígida disciplina, no transigiendo con distracciones en nuestros estudios musicales.»

Cabe citar, entre los sitios donde Greco cumpliera actuación: El café La Turca, ubicado en el barrio de la Boca; le acompañaban su hermano Domingo y el autor del tango "El chupete", Ricardo Gaudencio. Café El Estribo (Entre Ríos 700), secundado por Lorenzo Labissier (bandoneón), Domingo Greco (piano), Vicente Pecci (El Tano) (flauta) y Palito Abatte que se alternaba con Francisco Canaro (violín). Salón Rodríguez Peña, en el cual -según nos informan Héctor y Luis J. Bates-, «una noche, en 1911, fue estrenado "Rodríguez Peña" entre el delirio del público asistente, que no contento con haberle brindado a su autor los mejores aplausos, lo sacó en andas por la calle Corrientes.»

Señalemos la actuación de Greco en la casa de baile María La vasca (Carlos Calvo casi esquina Jujuy). Acerca de sus presentaciones en residencias de la sociedad porteña, extractamos del semanario Fray Mocho (octubre de 1915):
«Greco se ha impuesto entre la gente copetuda. Es el niño mimado de las familias bien. Actuó en el Plaza Hotel, en la residencia del doctor Lucio V. López (Callao casi avenida Quintana), en lo de Green, en lo de Lagos García, en lo de Lamarque entre otros. Tales faenas le rinden no menos de $ 200 por actuación.»

El reportaje señala más adelante:
«Le corresponde el primer puesto entre los que realizaron grabaciones y el que inauguró el Armenonville.
«Se vendieron de su tango "El morochito", 22.000 ejemplares, sin contar las ediciones clandestinas.
«De "Rodríguez Peña": 12.000 ejemplares. "El flete" en un trimestre: 6.000 ejemplares.
«El tango "Popoff" aparecerá a mediados de noviembre.»

Agreguemos con respecto a su labor de grabación, que comenzó a cumplirse hacia 1911, contratado por la firma Taggini. Le acompañaban los mismos ejecutantes con quienes se presentara en El Estribo.

Transcurrido más de medio siglo desde aquella época, nos es dable juzgar el personal estilo de Greco al escuchar las placas impresas que de él se conservan.

Hemos advertido que se han publicado fechas diversas, tanto de su nacimiento cuanto de su deceso. Ello ha introducido cierta confusión que procuraremos esclarecer.

Admitiendo como verídico el día 3 de febrero para el primero, surge luego del examen de la copia del acta de fallecimiento:
«... de treinta y seis años, soltero, argentino...». El documento está fechado: «... a seis de Octubre de mil novecientos veinticuatro...». Indiscutible que ha nacido en 1888.

Con respecto al día exacto de su muerte, transcribimos del expresado documento, según la fecha ya mencionada:
«.. ayer á las veintitrés horas y treinta, en Humberto Primero mil ochocientos veintitrés falleció, Vicente Greco, de uremia...»

En consecuencia su deceso se produjo casi a la medianoche del 5 de octubre de 1924.

Vicente Greco ha conquistado bien merecidos laureles: títulos cuales "Rodríguez Peña", "La viruta" o "El flete", indiscutiblemente clásicos del género, hacen que su autor sea incluido bien alto en la galería de compositores populares.

Ratifican su fama los títulos que se mencionarán seguidamente: "Ojos negros", "El pibe", "El morochito", "El perverso", "El estribo", "El cuzquito", "Ki-Ki", "Tiene la palabra", "Popoff", "Estoy penando", "La muela careada", "María Angélica" "Pachequito", "La chicha", "Barba de choclo", "Tita", "El eléctrico", "Racing Club", "Pueyrredón", "La canota" y una de las últimas que escribiera, la canción "Argentina".


Publicado en el libro: Evocación del Tango, Buenos Aires, 1964.