Alfredo Pelaia

Nombre real: Pelaia, Alfredo Ángel
Cantor, guitarrero y compositor
(15 noviembre 1888 - 30 agosto 1942)
Lugar de nacimiento:
Limbadi (Vibo Valentia) Italia
Por
Orlando del Greco

legó de niño al país radicándose con sus padres en Mendoza donde a la par de crecer iba formando en él el espíritu argentino al compás de la guitarra, aprendida en edad temprana allá en su Italia natal.

Debutó en un teatro de la ciudad cuyana con un trío llamado Los Mendocinos, y debido a sus cualidades de intérprete como así del repertorio autóctono cuyano, sencillo y bello, se hizo de un prestigio que lo llevó a Buenos Aires a grabar discos para la Victor, obteniendo gran suceso con su hermoso vals “Recuerdos”, página que siempre se recuerda y nos liga a aquella época.

Formó varios duetos vocales que la citada marca en discos registró en su mayoría: Pelaia-Paolantonio, Pelaia-Catán, Pelaia-Pizarro, Pelaia-Tejeda de Ruiz, Pelaia-Donalson, Pelaia-Carranza, Pelaia-Italo, el más popular, el trío Pelaia-Besada-Urruspuru, y algún otro que se queda en el tintero.

Supo de exitosas actuaciones en teatros y en el recordado Nacional de Pascual Carcavallo, por 1925, intervino en obras de reputados autores como José Antonio Saldías, Oscar Beltrán y Claudio Martínez Payva, estrenando diversas canciones suyas y donde a instancias de ese empresario formara el que fue tan popular dúo con Italo Goyeche. Trabajó asimismo junto a otras populares figuras teatrales.

En su carrera de intérprete fue acompañado nada menos que por Rafael Iriarte, José María Aguilar, Orlando Urruspuru y Nolo Parada, entre otros eximios guitarristas. Por varias radios difundió con su voz su criollísimo arte.

Compositor de fácil inventiva, publicó numerosas canciones y fue en los aires camperos donde logró renombre, aunque hizo algunos tangos: “Alma mendocina”, “Entre guapos”, “Treinta años”, “Mi princesita”.

Los de resonancia popular y que la gente retiene aún son “Claveles mendocinos”, zamba que grabó en dos oportunidades el dúo Gardel-Razzano, que también le grabó “Porteña del Rosedal”; el citado “Recuerdos” y “¡Adiós, Adiós!”, bellos y popularísimos valses criollos; “Las margaritas”, ranchera que tiene música de Domingo Pelle, grabó Ignacio Corsini y fuera incluida en las escuelas primarias, “Flor de amambay”, famosa zamba; “Mi sanjuanina”, cueca que hizo con Carlos Montbrún Ocampo y que canta el dúo Magaldi-Noda en la película Monte Criollo.

Otras: “La mazamorra”, “Rosas porteñas”, “Uruguayita”, “Mañanita risueña”, “¡Viva Mendoza!”, “Clavel de amor”, “Rayito de luna”, “Alfredo [b]”, “El viajero”, “La querendona”, “La puestera mendocina”, “Como dos corazones”, “Cuando te miro”, “En Mendoza”, “¡Vivan las santiagueñas!”, “La pampita [b]”, “Perfume gaucho”, “El jazmín de Barracas”, “Amar... Amar...”, “En un pueblito argentino”, “De Buenos Aires a París”, “Dos Mariposas”.

Su arte exquisito, su hermosa voz, sus bellas canciones, lo arrimaron a su inmortal colega, Carlos Gardel, quien le brindó su afecto, su consideración, desde aquellos días de Mendoza que en compañía de Razzano realizaba una gira artística, incluyendo con el tiempo obras de su pertenencia al repertorio.

Actuaron en mismos escenarios en festivales benéficos y es muy conocida una fotografía donde aparecen juntos durante una velada de ese tipo.

Además de Gardel y Razzano, su obra la grabaron Magaldi-Noda, Ruiz-Acuña, Gómez-Vila.

Pelaia nació en Limbadi de Catanzaro (Italia) el 15 de noviembre de 1888 y falleció en Buenos Aires (Flores) el 30 de agosto de 1942.