Roberto Firpo

Nombre real: Firpo, Roberto
Pianista, compositor y director.
(10 mayo 1884 - 14 junio 1969)
Lugar de nacimiento:
Las Flores (Buenos Aires) Argentina
Por
Orlando del Greco

l crear una nueva modalidad de tocar, le dio al tango la oportunidad de vestirse elegantemente, poco más acá de 1900, cuando en las orquestas introdujo el piano.
Aprendió música con Alfredo Bevilacqua (el recordado autor de “Independencia”, “Emancipación”, “Venus”, “Apolo” tangos clásicos) y brilló en las noches más refulgentes de las siempre evocadas casas de bailes, cabarets, cafés, etc. que se llamaron El Velódromo, Hansen, Armenonville, El Tambito, Palais de Glace, L'Abbaye, Moulin Rouge, Café Centenario, Bar Iglesias, La Giralda de Montevideo y tantos otros.

En 1914, grabó en discos ERA y poco después ingresó a la Nacional marca que no abandonó y donde grabara mil discos con su orquesta, su siempre recordado cuarteto, dúo con el violín de Cayetano Puglisi o piano solo, por más de treinta años en cuyo transcurso secundó al dúo Gardel-Razzano en una original grabación de la canción “El moro”, en 1917, como así a Lola Membrives, Mario Pardo, Ignacio Corsini, Dora Davis, Alfredo Gobbi y entre otros, en radio, a Amanda Ledesma. En Victor también grabó algo.

Popular por sus actuaciones y discos, es contratado para los carnavales de 1917 y 1918 en el teatro Colón de Rosario formando la orquesta gigante Firpo-Canaro. El teatro también lo llama y sube al escenario del Buenos Aires con su formación en Los dientes del perro secundando a Manolita Poli cuando cantaba “Mi noche triste (Lita)”; con anterioridad había colaborado con Florencio Parravicini en su obra Alma de bohemio y con posterioridad la radio lo contó como número fuerte, Radio Belgrano especialmente y apareció en la pantalla en las películas Ídolos de la radio, Dancing y La historia del tango. En 1919 intervino en El cabaret Montmartre, de Alberto Novión, Teatro Nacional.

Retomando el hilo de su brillante carrera, recordemos que debutó en 1909 con un trío que formaban él al piano, Juan Carlos Bazán al clarinete y Francisco Postiglione al violín, en el famoso Hansen que por ese entonces ya no usaba ese nombre sino el de Gardini-Payró. Luego pasan por sus formaciones orquestales brillantes músicos del tango como Eduardo Arolas, Tito Roccatagliata, Agesilao Ferrazzano, Francisco Canaro, Bachicha, Osvaldo Fresedo, José Martínez, Juan Bautista Guido, Luis Cosenza, José Schumacher, Pedro Polito, Juan Cambareri, Pedro Maffia, Minotto Di Cicco, Leopoldo Thompson, Ernesto Zambonini, El Tano Genaro Espósito, Ricardo Brignolo, Otelo Gasparini, Mariano Mores, Daniel López Barreto, Carlos García, etc.

Mientras actuaba en lo de Hansen debuta en la composición con el tango “La chola” agregando al mismo tantos títulos que ni él pudo recordarlos totalmente: “Aquellas farras (Argañaraz)”, “Alma de bohemio”, “El amanecer”, “Didí”, “El rápido”, “Sentimiento criollo”, “Vea vea”, “Homero”, “Curda completa”, “Marejada”, “El apronte”, “Fuegos artificiales” (con Arolas), que son los mejores, y también “El compinche”, “La gaucha Manuela”, “De mi flor”, “Triste memoria”, “El horizonte”, “Montevideo”, “De madrugada”, “De tal palo tal astilla”, “Noche de farra”, “Indiecita”, “La despedida”, “Lo que está bien, ta' bien”, “Barógrafo”, “El ahorcao”, “Las carreras”, “De pura cepa”, “La cocinera”, “Boca negra”, “El solitario”, “Tallada”, “Indio sacale el pelo”, “Una partida”, “La caravana”, “El gallito”, “En la brecha”, “La murra”, “El pajarito”, “Alma gaucha”, “El ricotero”, “Viviani”, “El bisturí”, “Bravo porteño”, “El paraíso de los locos”, “De vuelta al pago”, “La canción del cabaret (Mala)”, “Honda tristeza”, “La muchacha del arrabal”, “La cachetada”, “La carcajada”, “Los creadores”, “Por buen camino”, “Benguria”, “La perrerita”, “El talento”, “De aquellos tiempos”.

Si grato es recordar sus tangos, no menos grato resulta recordar sus valses sin iguales: “Noche calurosa”, “Noches de frío”, “Ni flores ya se ven”, “Alma poética”, “El resplandor”, “Ondas sonoras”, “Sueño florido”, “Pálida sombra”, “En plena mar”, “Atardecer campero”, “Eternamente”, “En el silencio de la noche”, “Recordando lo pasado”, “Siempre te recuerdo”, “Presentimiento”, “Reflejos de Luna”, “Angustias del corazón”, “Mariposa azul”, “Horizonte azul”, entre las diversas músicas que compuso.

Su nombre está unido a la historia del dúo Gardel-Razzano desde un principio pues con su orquesta actuaba en el Armenonville en 1913, cuando debutaron los cantores en ese local profesionalmente, y tiempo después, año 1918, al emprender una gira por la provincia de Buenos Aires y La Pampa con su formación musical, el dúo toma parte de aquella larga excursión.

Fue en aquella gira que los cantores lo abandonaron en General Pico amparados en la oscuridad de la noche y se fugaron hacia Buenos Aires para presenciar la revancha de Botafogo y Grey Fox en el Hipódromo de Palermo.

Recordando esos días y las cosas que Gardel y Razzano hicieron, dijo más de una vez: «Con esos locos no se podía estar tranquilo. ¡Me hicieron cada una!»

A pesar de la gran amistad que lo unía a Gardel, el cantor sólo le grabó dos tangos: “La muchacha del arrabal”, con letra de Ferreyra y Torre Ríos, y “Aquellas farras (Argañaraz)”, con la de Enrique Cadícamo, que es el mismo “Argañaraz”, uno de los primeros que hizo y de los mejores.

Era primo hermano de Luis Angel Firpo, el Toro Salvaje de las Pampas.

Roberto Firpo nació en Las Flores (provincia de Buenos Aires) el 10 de mayo de 1884 y falleció en Buenos Aires el 14 de junio de 1969.