Miguel Bucino

Nombre real: Bucino, Miguel Eusebio
Seudónimo/s: Alberto Aparicio Bucino
Bandoneonista, bailarín, letrista y compositor
(14 agosto 1905 - 15 diciembre 1973)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Orlando del Greco

ocaba el bandoneón y aún no había cumplido los 18 años cuando ingresó, en 1923, a la orquesta de Francisco Canaro quien, después de cuatro o cinco actuaciones, lo desechó por malo, induciéndolo hacia la danza pues tenía hacia ella la vocación natural que se necesita para llegar a la meta de lo que se propone todo ser que quiere alcanzarla.

Debutó como profesional en 1925 en el Teatro Maipo y luego de bailar en numerosos lugares va con Julio De Caro al Brasil en 1927. Al año siguiente realiza una «tournée» por el interior de la república con el espectáculo Su Majestad El Tango cuyas principales cabezas eran Pedro Maffia, Libertad Lamarque y Juan Sarcione.

Fue el primero que bailó el tango en el Teatro Colón durante los espectáculos de la actriz criolla Orfilia Rico en 1929 y en 1931 fue a Europa con la compañía revisteril de Luis Bayón Herrera y Manuel Romero, actuando en Madrid y París. A su regreso intervino en la cinta de los citados comediógrafos Noches de Buenos Aires e intervino en casi todas las temporadas que hicieron Francisco Canaro e Ivo Pelay con sus comedias musicales, si no lo hacía en Buenos Aires, sí cuando iban al interior o Montevideo.

En sus veinte años de bailarín profesional enseñó a bailar nuestro tango a personalidades como los príncipes Humberto de Saboya y Eduardo de Windsor, y artistas de la talla de Ramón Novarro, José Mojica, Jorge Negrete y Ann Sheridan. Se retiró de los tablados en 1942, luego de actuar también en Puerto Rico, México, etc.

Si fracasó como ejecutante en cambio sobresalió como compositor, registrando de sesenta a setenta obras, en cuya mayoría se cuentan tangos: “Pa' que bronquen”, es el primero y de fines de 1926; “Mina bacana”, “Ya va pa' un mes”, “No va más”, “Una carta”, “Que me quiten lo bailao”, “Bailarín compadrito”, “El corazón me engañó”, “Decile que vuelva”, “Sentimiento de calavera”, “Amarroto”, “Lo pasao pasó”, “Y siempre la misma historia”, “Café de barrio”, “Guitarra”, “Pelirroja”, “Vine a verte”, “Tedio”, “Olvidame”, el vals “Cuatro palabras” y las hermosas milongas “Mucho... mucho”, “Milonga del corazón”, “La mañana”, “El viento me cuenta cosas”, “Para que lo oigan”. Como se ve, los hay de gran resonancia popular.

A Carlos Gardel lo conoció en 1925 en el hipódromo de Palermo estando en el paddock con Canaro, José Razzano y otros, mandándolo desde ese día a sacar los boletos cada vez que se encontraban en reunión de carreras. («Me tenía para los mandados, como a los chicos», dijo.)

Su tango “Bailarín compadrito” lo entregó a Razzano para que lo aprobara y a su vez lo entregara a Gardel pero aquél lo rechazó. Se lo llevó entonces a Mario Pardo, éste, una noche que actuaba Gardel en el Cine Suipacha, fue a visitarlo a su camarín improvisó con sus guitarristas algunas cosas, entre ellas dicho tango que despertó la curiosidad del gran Carlitos que se interesó por el mismo grabándolo posteriormente y blasfemando contra su ex compañero de dúo, al enterarse del rechazo que del mismo había hecho.

Bucino nació en Buenos Aires (San Cristóbal) el 14 de agosto de 1905 y falleció allí el 15 de diciembre de 1973.