Mario Pardo

Nombre real: Pardo, Mario Alberto
Guitarrista, cantor, letrista y compositor
(2 noviembre 1887 - 29 agosto 1986)
Lugar de nacimiento:
(Cerro Largo) Uruguay
Por
Orlando del Greco

u padre lo envió a Italia cuando era un niño aún, al ver las disposiciones naturales que poseía para la música y en el Conservatorio San Pietro a Maiella, de Nápoles, además de aprender todos los instrumentos de viento recibióse de director de banda, de 1905 a 1908. Antes había sido pupilo del Conservatorio Williams hasta 1901.

A su regreso desempeñose al frente de una Banda Militar del Uruguay hasta 1916, año que radicose en Buenos Aires para dedicarse enteramente a la música seria pero luego de actuaciones diversas el destino lo empujó a lo popular, arte éste que hacía íntimamente. (La banda era la del 2 de Cazadores).

Resultó que en una reunión de canto y guitarra en un reservado del famoso Armenonville en 1918, noche en la cual conoció a Gardel y a José Razzano, cantó un aire sureño; don Max Glücksmann que se hallaba presente, le ofreció contrato para sus discos Nacional y al aceptar, al tiempo empezó a grabar para esa marca en forma exclusiva hasta 1940, con su guitarra y su voz.

Salón La Argentina, teatros Nacional, Politeama, Empire, todos los cines porteños de la cadena Glücksmann lo contaron en sus carteleras en noches inolvidables hasta desembocar en el Teatro Colón dirigiendo cien guitarras en 1933, y por primera vez en nuestro primer coliseo subió al escenario el instrumento nacional con esa actuación.

Ni bien apareció la radiofonía, en Cultura, en 1921, actuó frente a sus micrófonos haciéndolo luego en todas las estaciones menos Radio Belgrano. Llegó ser asesor musical de las emisoras Prieto y Argentina por 1931 más o menos y realizó numerosas giras por el interior, Uruguay, Brasil y otros países.

En la composición debutó con la “Canción a Leondina” que fue la primera que grabó, y entre ciento cuarenta que registró se cuentan: “Hay una virgen” sobre versos de Lord Byron traducidos por Manuel María Flores y que Razzano hizo figurar luego como suya; “La tropilla”, su inmortal obra hecha con Santiago Rocca; “La maleva”, tango hecho con Buglione; “Linda provincianita”, canción; “Gajito de cedrón”, canción con letra de Alfredo Navarrine, que son las obras que le grabó Carlos Gardel y también “Tejía guirnaldas”, “El pericón de la patria”, “Nutriando”, “Mensaje de amor”, “En un bayo azafranao”, “La carreta del amor”, “Poncho de cerrazón”, “Los gauchos de Madariaga”, “Mi gitana”, “Lorenzo [b]”, “Tango rey”, “Espumilla”, “Polca 'e damas”, “La reina del pago”, “Intención”, “Nerina”, “Las totoras”, “Ayacucho”, “Pericón y gato”, “Cololo”, “El requemao”.

Afianzada su amistad con Gardel resolvió, en común acuerdo, con don Santiago Rocca, llevarlo a un profesor italiano de canto residente en Buenos Aires que decía haber sido maestro de Enrico Caruso, para que educara la voz que según ellos necesitaba. Luego de hacerle entonar una canzoneta el maestro parándose exclama «¡Déjenlo así!... ¡Déjenlo así que está bien!». Al salir del estudio, Gardel un poco molesto le dice: «Profesor... ¡vamos! Lo que yo quiero es tocar la guitarra como vos...» Contestándole él: «Y lo que yo quisiera es tener tu voz».

A todo esto don Santiago Rocca refunfuñaba por el trabajo que les dio Gardel para levantarlo, pues amigo del sueño, Carlitos no quería saber nada de madrugar... ¡y eran las diez y pico de una mañana primaveral!

El gran Arolas, de quien fue compañero de andanzas, le dedicó uno de sus mejores tangos: “La guitarrita”.

Pardo nació en Cerro Largo (Uruguay) el 2 de noviembre de 1887 y falleció en Burzaco (provincia de Buenos Aires) el 29 de agosto de 1986.