Por
Orlando del Greco

us comienzos fueron de poeta, pues en la década de 1910, Mundo Argentino y otras conocidas revistas le publicaron sus versos.

En 1918 escribió su primera obra teatral en colaboración de José de la Vega; la intitulada La décima musa que se estrenó en el teatro Variedades. Al correr del tiempo escribió en colaboración de Héctor Calcagno, Narciso Muñíz, Isaías Pittaluga, etc. de cuya lista extraemos De los cuarenta pa' arriba, El más feliz de los maridos, Escalera real, En el abismo, El Muerto que yo vendí... goza de buena salud, Ahora va a ser la nuestra, Capelletti, Laureiro y Cía., Las uñas de la gata. En total treinta títulos estrenados por compañías de primera categoría: Pascual Carcavallo, Vittone-Pomar, Hermanos Ratti, Atilio Supparo, Cicarelli-Sapelli.

Sus novelas, cuentos, ensayos, etc., fueron publicados por El Hogar, La Prensa, La Nación, Mundo Argentino y muchos otros órganos periodísticos.

Publicó los libros Vida de Carlos Gardel, El Tango, Así nacieron los tangos, Memorias y fantasmas de Buenos Aires, Carlos Gardel y su época y Estampas de tango.

El primero sirvióle para escribir el argumento de la película Se llamaba Carlos Gardel. También ha escrito Mi noche triste película que glosa la vida de Contursi.

Su talento, empero, está documentado en la canción popular a la cual aportó muchas canciones inolvidables, tangos especialmente, desde su debut en 1921 con “Zorro gris”, tango que posibilitó su conocimiento con Carlos Gardel quien le llevó a la cera del disco, además del citado,”Lo que fuiste”, “Príncipe”, “El huérfano”, “Siga el corso”, “Carnaval”, “La violetera”, “Tus besos fueron míos”, “Palomita blanca”, “La mentirosa”, “Alma en pena”, “Viva la patria”, “Prisionero”, “Bajo Belgrano”, “Por una verdad (Todas son mentiras)”, “La enmascarada”, “Farolito de papel”; musicados respectivamente por compositores de arraigo como Rafael Tuegols, Anselmo Aieta, Luis Minervini, Paquita Bernardo, hermanos Lespés; obras que sellaron entre intérprete y autor una amistad imperecedera.

Para este libro expresóse así: «Yo era un oficinista veinteañero cuando una tarde me llaman por teléfono donde trabajaba, citándome al estudio de grabación de la empresa Max Glücksmann, discos Nacional, en los altos del cine Gran Splendid, calle Santa Fe casi esquina Callao. Allí fuí. Gardel, Razzano, sus guitarristas Ricardo y Barbieri estaban grabando por las bocinas, sistema acústico de entonces. En un alto de la grabación, nos presentó el director artístico Don Mauricio Godard, a quien yo ya conocía.

«Ahí nomás, con sencillez de actitud, Gardel, en mangas de camisa, tomó una guitarra y con un pie sobre una silla la rasgueó y me esbozó la interpretación que en fecha próxima pensaba hacer de “Zorro gris”. No conocía bien la letra y la rellenaba con palabras de su cosecha.

«Lo interesante era que el artista consagrado y admirado (porque en aquel entonces ya Gardel era un predilecto del público porteño) se prestaba a realizar tal ensayo previo ante mí, nobel autor juvenil, sometiéndose a mi consideración. Quizá esté en esa sencillez espontánea, en ese fervor puro, ajeno al énfasis, toda la clave secreta de su genialidad».

Acotemos que de sus centenares de canciones merecen la cita: “Entre sueños” (Aieta-Polito), tango que llevó a Europa Gardel; “Ya estamos iguales”, “Suerte loca”, “Alegría”, “Mariposita”, “Bajo tierra”, “Otra vez carnaval”, “La última cita”, “Malvón”, “Rosicler”, “Alondra”, “Imaginación”, “La carreta”, “Valsecito criollo”, “La chiflada”, “Que lo larguen”, “Bailongo de los domingos”, “El Mortero del globito”, “Lunes”, “Aquellos ojos”, su éxito de siempre “Barrio pobre”, con música de Vicente Belvedere, “La canción del estudiante”, “El pensamiento”.

Las anteriores llevan música de grandes compositores: Carlos Di Sarli, Agustín Bardi, Oscar Arona, José Servidio, Luis Servidio. Elvino Vardaro, Anselmo Aieta, José Luis Padula, etc.

García Jiménez nació en Buenos Aires el 22 de septiembre de 1899 y allí falleció el 5 de marzo de 1983.