Yoshinori Yoneyama

Nombre real: Yoneyama, Yoshinori
Seudónimo/s: Carlitos
Bandoneonista y director
(18 febrero 1955 - 5 junio 2006)
Lugar de nacimiento:
Tokio Japón
Por
Todotango.com

ue un artista que aprendió de grande tocar el bandoneón y trabajó con ahínco para su gran amor, el tango argentino. Comenzó a interesarse por el tango a los 11 años, estaba fascinado con “La cumparsita”, en la versión de Juan D’Arienzo.

Espíritu selecto, miembro de una distinguida familia japonesa, nació en Tokio donde cursó estudios de filosofía y letras.

Admirador de Ciriaco Ortiz, Pedro Maffia, Pedro Laurenz y Aníbal Troilo —a los que estudiaba a través de las grabaciones llegadas al Japón— consiguió un bandoneón en 1972 por intermedio del músico argentino Juan Carlos Niesi.

Su pasión por el tango lo lleva a estar atento al arribo de los músicos de nuestro país y, es así, que comienza a tratar a cuanto artista llegaba a su tierra. Uno de ellos fue Julio Ahumada quien formaba parte de la orquesta de Carlos García, en gira por Japón, éste lo invitó a radicarse en la Argentina para estudiar el bandoneón.

Cuando llegó a Buenos Aires tuvo el honor de ser apadrinado por Aníbal Troilo quien, además, le impartió algunas enseñanzas del instrumento.

Nunca se olvidará de su arribo a Buenos Aires, el 11 de julio de 1974, a los 19 años, gracias a un pacto que hizo con su padre: «Si yo podía ingresar en la universidad, en Tokio, él me daría un año libre para viajar a Buenos Aires».

Merced a sus grandes progresos, ingresó a la orquesta de Leopoldo Federico, primero como figurante y luego como bandoneonista efectivo. Debutó en Michelangelo el 1 de julio de 1976.

Tres años más tarde, en 1977, integró la orquesta de Carlos Figari para actuar en El Viejo Almacén. Sus progresos con el fueye fueron notables y volvió a la orquesta de Leopoldo Federico, como primer bandoneón actuando en Argentina y en diversas giras por Japón, Finlandia, España y Chile.

En 1992 fue designado miembro del cuadro Joven de la Academia Nacional del Tango. Su desempeño, no sólo como bandoneonista de la orquesta de Federico, sino también como administrador de la misma, le permitieron, en 1994, formar su propia orquesta, siendo en la historia del tango en Argentina, el primer director de origen nipón que dirige y graba en nuestro país.

En 1997, debutó con su agrupación en la Argentina, pero también actuó en Japón, en una gira de veinte conciertos. Todos lo conocían como Carlitos, aunque nada tuvo que ver con Gardel. El apodo surgió luego de una actuación de Jose Basso en Osaka. El propio Yoneyama nos relata en el diario La Nación: «Cuando Basso terminó, en vez de irse al camarín, se sentó en la mesa donde yo estaba con mis padres. Entonces me dijo: “Vos te parecés a mi hijo Carlitos”. Así es como muchos me llaman en Buenos Aires; otros me dicen Ponja», remata con su risotada contagiosa.

José Libertella decía de Carlitos: «Toca muy bien. Es la prueba de que el tango se puede plantar en cualquier lado, pero crece sólo en la Argentina».

Auténtico embajador del arte, su inequívoca cultura japonesa se ha combinado a la perfección con las exigencias y el estilo del arte argentino, por virtud de la impecable conducta, elegancia y señorío del maestro director. Músicos de la generación más joven fueron dirigidos en esta oportunidad por Yoshinori Yoneyama, cuya presentación en la Argentina y en el mundo, fue sin duda, motivo de orgullo para su Japón y para la Argentina, su tierra de adopción.

Integraron su orquesta: Yoshinori Yoneyama, Marcelo Nisiman y, como invitados especiales, Federico Scorticati y Julio Pane (bandoneonistas); Leonardo Suárez Paz, Pablo Agri, Mauricio Svidosky y Fabián Bertero (violinistas); Diego Sánchez (violoncelo); Daniel Buono (bajo); Christian Zárate (piano) y, como invitado especial, Osvaldo Berlinghieri; y la cancionista María Fanelli.

Con su orquesta grabó los temas: “Inspiración”, “Sentimiento gaucho”, “Milonga triste”, “Adiós Nonino”, “Pa’ mama”, “Cada día te extraño más”, “Criolla linda” y “La cumparsita”, entre otros.