Por
Ubaldo Tuqui Rodríguez

uenos Aires, mi último querer, aunque estoy lejos no dejo de quererte.

Como el buen perfume «lo bueno viene en frasco chico», este es el caso de Inés Pena o Inesita, como el público supo apodarla por su tamaño y el cariño que le profesaba. Era una cancionista de tangos única. Tenía todas las condiciones para ser exitosa; joven, graciosa, atrevida y pícara como ella diría en una entrevista: «La picardía es un elemento que me acompaña y me ha hecho triunfar». Combinada con esta declaración que le servía como carta de presentación: «Yo canto por intuición. Siento este arte que cultivo, no como cosa propia —porque yo soy argentina, con ascendientes españoles— sino por su espiritualidad. El tango, el vals criollo son melodías de encanto, profundamente espirituales...» Fue apodada: El alma que canta, El alma de la melodía Argentina, La insuperable estilista del tango, La genial Inesita Pena.

En Barcelona, en 1929 en el Teatro Goya, compartía escenario como bailarina junto a Agesilao Ferrazzano, el mago del violín, Teresita Asprella, la genial estilista argentina. Era presentada como «Inesita Pena, monísima bailarina» (bailes clásicos y españoles). En 1933, en el Teatro Victoria ya se presentaba como cancionista de tangos junto a los guitarristas Rafael Iriarte y Víctor Quijada. Era promocionada como la célebre estilista argentina «Inés Peña» el alma de la melodía argentina. Inesita irá fluctuando a lo largo del tiempo entre los apellidos Pena y Peña.

En el diario Mundo Deportivo, del 20 de abril de 1935, en el Suplemento Teatral aparece una foto dedicada por Inesita bajo el encabezamiento Estilista argentina: «Dedico esta foto sinceramente a los lectores de Mundo Deportivo» y debajo en el epígrafe «Hoy honra nuestras columnas la infantil figura de la formidable cantadora de tangos argentinos y demás canciones argentinas. Inesita ha sabido encontrar y captar el depurado estilo criollo, dándole nuevos y variados matices, que la proclaman como única en su género. Esta gentil artista ha recorrido triunfalmente los mejores teatros de ambos continentes consagrando su nombre como indiscutible estilista argentina».

Inesita era acompañada por la Orquesta Palermo constituida por músicos españoles especializados en tangos argentinos. El contacto en Madrid para contrataciones era Daniel Garrido integrante de la orquesta y compositor del tema “Mi madre patria”. En una foto publicada en la Revista Crónica de 1930 puede observarse que la orquesta estaba formada por dos bandoneones, dos violines, un piano y un violoncelo. El diario El Heraldo de Madrid, del 17 de septiembre de 1935, en la edición de la noche informa su incorporación como cancionista a la Orquesta Palermo: «Inesita Pena con los Palermo: La admirable orquesta típica Palermo ha introducido en sus actuaciones una modificación: la de agregar al notable elenco la artista argentina Inesita Pena, monísima, muy moderna y que interpreta los tangos de un modo personalísimo, que está siendo favorablemente comentado por el numeroso público que a diario les aplaude en el elegante local donde actúan».

Su repertorio estaba compuesto por tangos, chacareras, canciones porteñas, vidalitas y estilos. Recorrieron España y el norte de África. También grabó en el sello Odeon con la cancionista argentina Celia Gámez los temas “Haceme caso a mí”, “Mi caballo murió”, “Hola señorita” y “Y tenía un lunar”.

Con la Orquesta Palermo trabajaba en cines realizando varietés antes o después de las proyecciones de las películas. En el diario ABC del 10 de diciembre de 1937 encontramos un anuncio de la película El chico millonario con Eddie Cantor, varietés con Luisita Espinosa e Inesita Pena y la Orquesta Palermo.

Los tangos y canciones criollas de Inesita tienen su impronta. Es una cancionista dúctil que se adapta tanto al tango dramático como al humorístico. Su fraseo es típicamente porteño se advierte como incorpora en el canto palabras muy nuestras, distintas frases, modismos y gestos que la definen como tal, no resultando forzadas y dándose en forma natural. En estilo y personalidad se asemeja a Amanda Ledesma. Su tono de voz es muy agradable. Logra en los tangos dramáticos: “Melodía porteña” o “Vendrás alguna vez”, por ejemplo, realizar una nueva versión tan personal como valiosa.

En sus entrevistas utiliza el vos algo que le gustaba mucho a la gente. Supo generar en los españoles cierta devoción por los temas que interpreta. Ellos descubrieron en Inesita, una mujer que lo que canta lo siente y llega al corazón, sus temas se comprometen con lo social, siempre preocupada por brindar alegría a su público en momentos críticos resaltando en sus temas su característica personal: vitalidad y vivacidad.

Recibió el apoyo y la complicidad por parte del público en un período en el que el tango estaba perdiendo su lugar frente a la música española. Junto a Celia Deza, Gaby Ubilla, Imperio Argentina y Celia Gámez mantuvieron encendido «el fuego sagrado del tango» tanto en teatros como en la radio.

En los años de la década de 1940 deja su marca en la música española con un suceso el vals de Rodolfo SciammarellaSalud dinero y amor” o “Tres cosas hay en la vida”, también se lo conoció en España con el título de “Tres cosas”. Esta canción la proyecta como interprete hasta hoy. En muchas compilaciones de música española de los años 40 aparece mencionado su nombre.

Otro tango que tiene su sello es “Camillero”, con letra y música de Daniel Antón, un tango dramático con la carga pesada de la guerra civil. Esta partitura circula actualmente por toda España, fue publicada por la Casa Erviti Editorial de música. Este tango fue grabado por Inesita junto a la Orquesta Típica Martín de la Rosa en Barcelona bajo el sello Odeon (etiqueta negra).

Interpretó los tangos: “Paria” con letra de Vicente Grau y música de José María Férriz, dejando su registro vocal para el sello Regal, “Vendrás alguna vez”, “Melodia porteña”, “No te quiero más”, “Por un amor”, el tema de la película de Tomás de León, Julio Santanera y Mauricio Torres (varios de estos temas fueron grabados en el sello Odeon por la Orquesta Típica de Martín de la Rosa). Los de tinte humorístico: “Tengo mil novios” (vals), “Martes trece” (polka), “No se enamore” (ranchera), “Yo quiero ser estrella” (marcha), “La gallina papanatas” (popular corrido mejicano), que más tarde conocimos como “La gallina turuleca”.

Como letrista y compositora podemos mencionar : El tango “Rito amargo”, un tango de gran fuerza, en el que habla de su madre «compañera de larga fatiga», de su valor en su vida, la importancia de no hospedarse en el dolor, vivir con alegría pero sin olvidar lo pasado, un reflejo de lo que era Inesita.

La zamba “Mi madre patria” con A. Moro y Daniel Garrido, un tema en el que presenta esa disyuntiva entre Buenos Aires, la del gaucho, que tanto ama y añora y España, la del torero que la acoge, donde vive, canta y es feliz y el tango “Mi último querer” con J. Manresa (seudónimo de José Domínguez Andía), un tema con tanto sentimiento y nostalgia sobre lo que siente hacia Buenos Aires que la define como una legitima porteña.

Inesita filmó la película Por un amor dirigida por Ricardo Gutiérrez Camisón en 1941, con música de Modesto Romero Martínez. Una comedia que fue estrenada el 26 de julio de 1943. Sus intérpretes eran Pedro Valdivieso, Álvaro Vélez Calderón, Víctor de Velasco, María Victoria Durá, Luis Orduña, Conchita Sanabria y la Orquesta Palermo. Narra la historia de una joven huérfana que triunfa como cantante. La guía de video cine remarca como rareza que esta película fue estrenada años más tarde en un cine de barrio. Es un film que no obtuvo buenas críticas. Fue una película que supo aprovechar la figura de Inesita, en ese momento, la mayor estrella del tango. En el programa de cine podía leerse: «Por un amor, comedia musical por la popular estilista del tango Inesita Pena y la Orquesta Palermo».

Inesita era una verdadera artista, amaba su arte y no tenía pretensiones. Podía cantar en un teatro de primer nivel en Europa o en un cine de barrio de España con la misma pasión, compromiso y profesionalismo. En el mundo de las variedades compartió escenario junto a Carmen Amaya, La Yankee, Ramper, Carmen Flores, Pastora Imperio, Alady, Encarnita Iglesias, Luisita Espinosa. Sylvia de Bettini y La Argentinita. Trabajó en distintos teatros como Victoria, Variedades, Teatro de la Zarzuela, Metropolitano, Principal Palace y Teatro Madrid, en 1944, siendo vocalista de la Orquesta de Eduardo Bianco.

En Paris se lució en el Teatro Empire transformándose en vedette. Recorrió junto a la Orquesta Bianco-Bachicha el centro de Europa. En las fotos, que no son muchas, se la puede apreciar vestida de gaucho con bombachas, botas y espuelas o con un vestido español lleno de volados, lo que nos habla de una constante dualidad. Emociona verla con indumentaria gaucha, su alma criolla y su guitarra en el regazo como a muchas de nuestras cancionistas de tango.

En radio, en 1936 se presentó en la Unión Radio con De Madrid a Buenos Aires junto a la Orquesta Palermo. En la programación de Radio Barcelona del 26 de diciembre de 1945 aparece su tema: “Salud dinero y amor” entre los discos elegidos por los radioyentes. En 1949, en Radio Miramar de Badalona, realizó un recital de canciones el 5 de mayo y se presentó junto al Quinteto Tropical el 29 de septiembre.

Los tangos de Inesita dejaron su huella en Península Ibérica tanto que, todavía en algunos artículos sobre tango en España, suelen rememorar la figura tanguera y los tangos interpretados por Inesita Pena y Carlitos Gardel.

La Pena cantando las estrofas de “Mi último querer” («Aunque estoy lejos no dejo de quererte en mi canto tan triste te evoco eternamente…. y el recuerdo que queda de mi ayer Buenos Aires yo te canto mi último querer. Buenos Aires mío, mi única ilusión igual que a mi viejita te venero yo...») refuerza su hermandad porteña y tanguera con Gardel en “Mi Buenos Aires querido” («Mi Buenos Aires querido cuando yo te vuelva a ver no habrá más pena ni olvido… Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver, ciudad porteña de mi único querer y oigo la queja, de un bandoneón, dentro del pecho pide rienda el corazón... Quiero que sepas que al evocarte, se van las penas del corazón...») en un himno a ese Buenos Aires querido, tan sentido como nostálgico.

AGRADECIMIENTOS: A Josep Pons que me facilitó muchas grabaciones, Carlos Picchio, Gonzalo Torres Posada, José Luis Morata, Javier Barreiro, Gustavo Olaiz, la Hemeroteca del Diario Mundo Deportivo, la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España y la Biblioteca Digital de Castilla y León.