Por
Ubaldo Tuqui Rodríguez

gradezco a un amigo que me acercó por equivocación el casete de Rosaura Silvestre Canto por vos... Buenos Aires, pensando que se trataba de Margarita Silvestre. Me sorprendí al escuchar una intérprete de tango como ella, una cantante lírica con una voz privilegiada. Cuando busqué datos en Internet, descubrí que sus canciones eran escuchadas y muy conocidas en Japón.

Nació en el barrio de Barracas. Sus papás se llamaban Ramona Ruiz y León Alderete, los dos tocaban instrumentos y disfrutaban mucho de la música.

Su nombre artístico está relacionado con la flor silvestre del campo. Su descubridor y quién le puso su nombre artístico fue Roberto Jiménez, locutor de La Casa de Carlos Gardel. Allí Rosaura cantaba folclore junto a grandes figuras del tango como José Basso, Héctor Mauré y Gloria Díaz. Roberto la bautizó: La Alondra de Buenos Aires.

Rosaura es una artista completa que se ha ido formando a través del tiempo. Es mezzosoprano. Estudió canto con la profesora y soprano Sara César y aprendió danzas españolas desde los 5 años. Toca la guitarra y las castañuelas y sabe bailar flamenco y tango. Su padrino artístico fue José Pepitito Marrone, quien la ayudó mucho en su carrera. Actuó junto a él en el Teatro Cómico. Comenta Rosaura que para cantar había que tener número de artista de variedades él la ayudo a conseguirlo y la recomendó para que participase en el espectáculo en la carpa Celeste y Blanca en Mar del Plata.

En sus comienzos cantó en Michelangelo y en El Portal de San Pedro. En el verano de 1974 se presentó en la Carpa Celeste y Blanca ubicada en las calles Luro y Corrientes en el espectáculo Grandes Valores del Tango junto a Enrique Dumas, Roberto Rufino, Gloria Díaz, Jovita Luna, Guillermo Fernández, Jorge Sobral y los bailarines Mónica Crámer Ayos y Víctor Ayos.

Al año siguiente, el diario La Capital de Mar del Plata, del 3 de febrero, documentaba: «Rosaura Silvestre triunfa. Se inició como corista y en sólo dos años se ha convertido en un cantante diferente». Participó en agosto de 1975, del homenaje a Pichuco (Aníbal Troilo) en el Teatro Solís de Montevideo.

Participó en Canal 10 de Mar del Plata en el concurso Nace una estrella y lo ganó. Esto le permitió su ingreso en la televisión porteña. En diciembre de 1980, actuó en el Auditorio del Hotel Bauen con un espectáculo propio, con muy buena crítica: «Una mujer que pone en cada nota, en cada gesto, su corazón, su sentir y toda la fuerza de su temperamento... La de hoy no es una noche más, es la noche para compartir un ramillete de canciones con ternura hecha canción en la voz de una mujer».

Se impone en los 80, como una voz sentimental que se asemeja a la de Azucena Maizani aunque con mayor caudal, en un período en el que priman las mujeres con voces graves, interpretando un tango bajo un mismo formato (utilizando los mismos matices y entonaciones), resultando difícil la identificación de la cancionista que lo interpreta. Rosaura era considerada «una voz diferente».

Le gustan Azucena Maizani y Susy Leiva. Remarca que admira mucho a Azucena, personalmente creo que las une la forma de transmitir sus emociones a través del canto. También podría ponerse en esta categoría a las cancionistas María de la Fuente, Carmen del Moral y Aída Luz, intérpretes de una expresividad única. También canta otro tipo de canciones como valses, boleros, milongas, chamamés y galopas. Sorprende su capacidad para adaptarse a los temas que interpreta.

Es letrista y compositora. Le puso música a los poemas de Luis Alposta, “Ante un recuerdo” y “Canción para Noriko”, temas que también fueron grabados por ella.

Rosaura rescata a una mujer muy importante en su carrera, Irma Lacroix, letrista y poeta, con quién compuso sus temas más conocidos, los tangos: “Canto por vos Buenos Aires”, “Una alondra en el Japón”, “La sonrisa inmortal”, “No quemes tu vida” y el vals “Guiame mamá”. Con Constante Aguer compuso tres chamamés “Y tú también me querías”, “Bienvenida [b]” y “Recuérdame”. Otros de sus letristas fueron Alberto Lago, Abel Aznar y Eugenio Majul.

Viajó cuatro veces a Japón. En 1985 participó del espectáculo Tango Dinámico con la orquesta de José Basso junto al cantor Fernando Soler. Recorrieron distintos lugares de Japón durante 3 meses. En 1987, viajó junto a Raúl Barboza, en 1991 junto a Jorge Dragone y, en marzo de 1993, en el vigésimo aniversario de una Fundación en Tokio.

Un diario de Buenos Aires decía sobre ella: «Con su arrolladora personalidad Rosaura Silvestre cautivó a los nipones. Un pedazo de barrio allá por Tokio».

En el año 2007, en el Jardín Japonés presentan su CD Voces para el amor junto a su pareja Shoshei Taniguchi. Rosaura estuvo invitada para cantar en distintos homenajes a grandes figuras del tango como Francisco Canaro y Roberto Firpo. Participó en el Festival de Cosquin en el 2008.

Su primer disco fue en el sello Music Hall con dirección y arreglos de Oscar Cardozo Ocampo en los que canta “Amariré” (leyenda del amor guaraní) y “Pájaro campana”; luego grabó el disco Canta una alondra con los temas “Serenata romancera” y “Canción para tu ternura”. Posee un disco grabado para Japón Rosaura Silvestre canta tangos, junto al Trío Típico, Tito Ferrari (piano), Fabio Cernuda (bandoneón) y Roberto Beltrocco (contrabajo), la producción de Akihito Baba, realizado en Buenos Aires en 1995, también participó con el tema “Canto por vos Buenos Aires” en el disco producido Baba, de Roberto Siri y su Orquesta Juvenil de Tango.

Viajó por Alemania y España en el año 2012, realizó varias actuaciones en Buenos Aires. En 2015, recibió la Orden del Buzón otorgado por el Museo Manoblanca. Participó en el programa Japón Hoy, con Shoshei Taniguchi, en Radio Palermo.

Rosaura logra con sus tangos hermanar a dos países con distinta idiosincrasia, Argentina y Japón, bajo un mismo sentimiento, el tango.

Agradecimientos: A Luis Alposta, que me puso en contacto con Rosaura, a Rosaura por su amabilidad y toda la información que me brindó, a Eduardo Bouisson, a Alfredo Álvarez, a Fabián Cernuda y Zygmunt Jankowski.