Homero Cárpena

Nombre real: Cárpena, Homero Arnaldo
Actor, director teatral y letrista
(14 febrero 1910 - 17 enero 2001)
Lugar de nacimiento:
Mar del Plata (Buenos Aires) Argentina
Por
Néstor Pinsón

e autocalificó como un obrero del cine, una buena definición si se tiene en cuenta que apareció en alrededor de 150 películas a lo largo de más de sesenta años.

En la historia del cine argentino, salvo pocas excepciones, fue el «malo» por excelencia. Más aún, un pervertido total. Su virtud fue conseguirlo solamente con una mirada de soslayo, un rictus particular de sus labios y el tono preciso de su voz, algo no estaba al alcance de cualquier actor pero que en él surgía espontáneamente.

Compuso toda la galería de personajes siniestros, incluso fue el primer «gay» (como se dice ahora) cuando compuso a Pocholo en el film Los tres berretines (1933). Un muchacho muy delicado y bien vestido que utiliza palabras en francés en presencia de la señora de la casa y de su hija, a quienes acompaña en diversas salidas.

También travestido, en uno de los últimos filmes de Luis Sandrini El Profesor Tirabombas, allí fue la hermana del rector de un colegio. Y fue hampón, guardaespaldas, soplón, amenazante siempre, aún como mucamo o mayordomo. Nunca primer actor, sus roles eran de segundo orden.

Si bien apareció en algunos títulos importantes de la filmografía nacional, la mayoría fueron comedias de relativa calidad.

En un reportaje dijo: «A mí me gustaban las cosas alegres y yo lo era, pero muy pronto para el cine me empezaron a llamar para hacer de maldito, habré gustado en algún trabajo, pero se engancharon demasiado, a tal punto que me lo tomé a broma y contesté el teléfono varias veces preguntando «¿A qué asesino tengo que hacer?»

«Mi padre era panadero, anarquista y actor de circo, cuando constaba de dos partes, la primera con acróbatas y esas cosas y la segunda con una representación teatral en el picadero».

Homero, naturalmente, se encontró siguiendo los pasos paternos en su ciudad natal. Cuando se estableció en la Capital Federal compartió el cine con el teatro, siendo este su mayor vocación. Llegó a tener muy temprano compañía propia, su primera obra fue Juancito de la Ribera, el sainete de Alberto Vaccarezza (1928).

Integró numerosas compañías ajenas, él recordaba con placer la encabezada por Arturo García Buhr y Gloria Guzmán y, de la misma manera, el llamado Teatro Universal, con numerosos actores que tuvieron luego una reconocida carrera. Entre otros: Francisco Petrone y Mario Soffici.

Dijo Homero: « Este conjunto actuaba en cooperativa y cada obra del repertorio era dirigida por un actor distinto cada vez. La de mayor éxito fue El diablo mete la cola, de Carl Erik Soya, que tuvo varias reposiciones. La cooperativa me benefició, pues me dejaba en algunos casos tiempo libre para hacer otros trabajos, sobre todo en el cine. Fue una época que gané mucho dinero, pero me lo gasté todo».

Su adhesión al peronismo lo llevó a exiliarse en España cuando cayó el gobierno de Perón, en 1955, allí marchó con su familia. Su esposa Haydée Larroca, actriz de cine, teatro y televisión (1920-2003) y sus hijas Nora y Claudia, también dedicadas al medio artístico.

Durante varios años, en la década de los 90, fue director de La Casa del Teatro. Entre los años 1953 y 1955 se probó como director de cine, fueron cinco películas de las cuales dos no fueron estrenadas.

En cuanto a sus inquietudes con el tango; realizó la adaptación del guion de la película El cielo en las manos (1950), por su intermedio la música de la misma estuvo a cargo de Astor Piazzolla, con quien se conocía desde muchacho en Mar del Plata. Allí se escucha el tango del mismo título, de Piazzolla y el propio Cárpena, cantado por Edmundo Rivero quien también lo llevara al disco. Posteriormente, dirige el film Stella Maris, nuevamente convocó a Piazzolla para la música.

Osvaldo Fresedo le registró cuatro temas, todos con música de Roberto Pansera: “Del tiempo de Gardel” (1950) y “Sombra de humo”, ambos registros con Armando Garrido (1951), “Trenza de ocho”, cantado por Carlos Barrios (1955); “Qué lejos mi Buenos Aires”, con Hugo Marcel (1959).

Con Alberto Cima compuso “Camino gris”. También se rescatan dos canciones con música de Peteco Carabajal, en ese momento yerno suyo, “Cinema Paradiso” y “Sofía”.

Nunca fue primera figura en el cine ni el teatro, como autor quedó el orgullo de estar con Fresedo y que Piazzolla fuera su colaborador, pero quienes han seguido la historia de nuestro cine no se olvidarán nunca de su presencia.

«Mi amor fue siempre el teatro, pero reconozco que donde más aprendí fue haciendo cine, mi mayor satisfacción era, después de un estreno, enterarme que el público me odiaba, había cumplido con el tipo de actuación que me habían pedido».