ació en la ciudad de Buenos Aires, en el popular barrio de La Boca. Estudió música en el conservatorio Santa Cecilia y, aún adolescente, terminó su formación empíricamente, actuando junto a los ya importantes músicos de inclinación clásica, como Juan José Castro, Julio Perceval, Ennio Bolognini, Remo Bolognini, Luis Gianneo, entre otros.

Eran tiempos de tango y, de alguna manera, todos ellos pese a su formación, sintieron la atracción por nuestra música, además, la posibilidad de ganar algún dinero atento a la facilidad para conseguir trabajo. Armani brindó su violín a la Orquesta Típica Victor, a Francisco Lomuto, a Juan Carlos Cobián.

Sin abandonar el tango comenzó a inclinarse hacia el jazz, al que finalmente, le dedicó el resto de su carrera.

Amigo de siempre con Osvaldo Fresedo, fue su socio en el elegante cabaret Rende Vouz. El autor de “Vida mía” registró varias páginas de Armani: “Bajo el disfraz” (instrumental) pero que lleva letra de Nicolás Vaccaro y Escariz Méndez, grabado el 6 de marzo de 1928); “Inquietud” (instrumental), en 1926; “Oh corazón” (instrumental), 24 de enero de 1928; “Mi última noche”, canta Ernesto Famá, el 17 de julio de 1928; “Normiña”, que grabó Gardel el 24 de diciembre de 1926; “No te olvidarás” (instrumental), el 8 de noviembre de 1927; “Victoria [c]” (instrumental), el 24 de abril de 1929; “Migaja”, canta Carlos Barrios, el 2 de mayo de 1963. A estos deben sumarse entre otros: “Soltero soltero”, “Un caprichito” y “Vidita”.

Otra faceta, aprovechando su popularidad, fue el cine, donde se desempeñó como actor en Así es el tango, de Eduardo Morera, una excusa el argumento para mostrar algunos números musicales, por ejemplo la novedad del tango “Nostalgias”, estrenado en 1936, casi al mismo tiempo de la filmación del film que se presentó en las salas el 24 de febrero de 1937. Lo cantó la protagonista, Luisa Vehil, mientras bajaba por una escalera suntuosa, para encontrarse con su enamorado, Fernando Ochoa, una vez libres del acecho de Jorge, el malo de la película, interpretado por Eduardo Armani.

Ya como músico, dirigiendo su verdadera orquesta, aparece en Ven mi corazón te llama, film de Manuel Romero, estrenado el 9 de septiembre de 1942, en el que actuaban la bolerista Elvira Ríos junto a Tito Lusiardo, Alicia Barrié y la española bailarina Carmen Amaya. Aquí dirige su orquesta. Y, finalmente, Dringue, Castrito y la lámpara maravillosa, dirigida por Luis Moglia Barth, estrenada el 18 de febrero de 1954, en la que Armani tuvo a su cargo la música.

Con respecto al jazz, fue junto a René Cóspito, a comienzos de los años 30, un dueto de directores que obtuvo gran éxito durante varios años, no sólo por su excelencia musical sino por sus distinguidas presencias. Más adelante, se fue cada uno por su lado.

Las varias orquestas de Armani fueron el acompañamiento obligado para las visitas internacionales, así el caso de Bing Crosby, Maurice Chevalier, Mistinguette, Anna Pavlova, Isadora Duncan, para dar algunos ejemplos.

Para finalizar, vale decir que fue un artista completo, un gran músico y que dio un importante aporte a nuestro tango y a la música popular en general.