Por
Oscar Zucchi

erteneciente a la promoción de tanguistas de 1910; ejecutante de modalidad primitiva, pero expresiva, habría nacido en los albores del siglo. El apogeo de su carrera de músico lo vivió a partir de los años '20 y de manera especial en el decenio siguiente.

Su carrera musical se inició en 1920, tocando en un trío típico que completaba el pianista Casiano López y Mario Brugni (El Pibe), en violín, presentándose en el elegante Bar Victoria de la ciudad de Córdoba. En 1921 actuó en el renombrado Palais de Glace como músico del Quinteto de Maestros, co-dirigido por Ángel D'Agostino y Agesilao Ferrazzano e integrado por: Ángel D'Agostino (piano); Ferrazzano y Alfredo Mazzeo, El Loco (violines); Ernesto Bianchi y Abel D'Onofrio (bandoneones) y como cancionista, Teresita Asprella.

En la temporada veraniega de 1922, formó parte de la orquesta de Juan Carlos Bazán, que se presentó en el exclusivo Club Pueyrredón de la ciudad de Mar del Plata. Recordemos que Bazán, (El Gordo Mamadera), dedicó a este local su tango homónimo. El conjunto estaba integrado por: Bazán (clarinete); Raimundo Petillo (piano); Bernardo Germino, y Vicente Russo (violines); Bianchi y Pascual Mazzeo (bandoneones); A. Fernández (batería) y Casimiro Aín, El Vazquito (bailarín).

En el siguiente verano, retornó al Pueyrredón como músico de Bazán pero con distinto plantel: Bazán (clarinete); Vicente Gorrese (piano); Vicente Russo, Esteban Rovati (violines); Bianchi y el debutante Ciriaquito Ortiz (bandoneones); Domingo Martino (batería) y Nicolás Verona (banjo).

En 1924, fue músico de los conjuntos típicos de LS2 Radio Prieto e integró la orquesta gigante de Julio De Caro que se presentó en la confitería L'Aiglon, un local de amplias dimensiones donde se realizaban reuniones artísticas de categoría, que se hallaba emplazado en Florida 146.

En la rutilante fila de bandoneones se encontraban Luis Petrucelli, Pedro Maffia, Miguel Orlando, Ángel Danesi, Graciano De Leone, Ricardo Brignolo y Nicolás Primiani, (Pindeca), entre otros.

En 1926, Bianchi se alistó en un conjunto formado por Juan D'Arienzo y Alfredo Mazzeo (violines), Ángel D'Agostino (piano) y alternando Anselmo Aieta y Ernesto Bianchi (bandoneones), co-dirigido por D'Arienzo y D'Agostino. Al desvincularse el pianista, D'Arienzo continuó como director exclusivo, ocupando la plaza de pianista Vicente Gorresse, el primer pianista que tuviera el popular Grillo. Ellos se presentaron en el Cine Paramount.

En el curso de ese mismo año, viajó a los Estados Unidos como bandoneón de Francisco Canaro, para el fastuoso Club Mirador de Nueva York, siendo este el plantel: Fioravanti Di Cicco (piano); Canaro y Emilio Puglisi (violines); Luis Petrucelli, Ernesto Bianchi y Juan Canaro (bandoneones); Romoaldo Lomoro (batería); Linda Thelma (cancionista) —que no pudo actuar— sustituida por Carmen Alonso.

Se presentaron, además, en el cabaret Paramount de Nueva York y en locales de la ciudad de Filadelfia.

De regreso al país Bianchi, en 1928, trabajó junto al notable bandoneonista Gabriel Clausi, (El Chula) y Eduardo Pereyra en piano. Tuvo también, una actividad intensa como músico de orquestas de teatro, como las del Maipo, Smart y otros, acompañando a cancionistas de gran relieve como Libertad Lamarque, Azucena Maizani y La Negra Sofía Bozán.

Por los años treinta, tuvo además, orquesta propia, que presentó en diversos locales nocturnos, tales como el Cabaret Lido, el Salón Imperio, la boite Le Chaumiere y en Franz y Fritz.

En 1935, se anunciaba su intervención en la película nacional Noches de Buenos Aires, al frente de una gran orquesta. En 1936, formó un quinteto de tinte evocativo que actuó por la emisora radial, LS9 La Voz del Aire.

No fue un compositor muy prolífico y sus obras, salvo en el momento de su publicación y grabación, no tuvieron mayor difusión ni trascendieron. Sus tangos más conocidos son: “Brisa marina”, sin registros; “Pare cochero”, grabado por Roberto Firpo con la voz de Teófilo Ibáñez, en disco Nacional Odeon 8779, en 1928; “Cosas que pasan”, sin registros; “Queja campera”, letra de Adolfo Piancino, grabado por la Típica de Minotto, disco Columbia 5030, en 1931; “Juan Carlos” (dedicado a Juan Carlos Bazán), grabado por Juan Maglio en disco Nacional 7444, en 1925; “Yo soy un tipo bien”, sin registros y el vals "Ecos del alma" grabado por la orquesta de Antonio Bonavena en 1930.