Por
Juan Manuel Peña

acido en Junín, hijo de ferroviario y de ama de casa, se enamora decididamente del bandoneón y empieza a estudiarlo con el maestro Balduzzi.

Cierta vez en que Héctor Artola llegó a su pueblo, su padre logra que el gran músico lo escuchara y, finalmente, lo recomienda al bandoneonista Calixto Sallago, que vivía en el barrio de Parque Chacabuco, en la ciudad de Buenos Aires, donde viaja para tomar clases.

Había hecho alguna actuación en su pueblo —siendo muy joven—, junto con los poetas Juan Carlos La Madrid, Alfredo Carlino y Juan Bautista Devoto. Para sus 21 años, ya hecho un hábil bandoneonista, conoce a Alfredo Gobbi. “Camandulaje”, ese tango increíble de Gobbi, estaba en su repertorio. Después le corresponde hacer la conscripción por dos años en la Marina, y más tarde se emplea en un banco.

Toca con Dino Saluzzi, Osvaldo Tarantino, Mario Abramovich y Hamlet Greco. Toma también clases con el maestro de bandoneonistas Marcos Madrigal. Vuelve a Buenos Aires a los 36 años para no irse más sino a un solo destino: el suyo, que es el mundo musical del tango.

Trabaja incansablemente; en la orquesta de Horacio Salgán con quien viaja a Japón en 1981. Fue director musical de Raúl Lavié, y, en igual función, en Tu cuna fue un conventillo, con Lolita Torres, Beba Bidart, Eva Franco, Tincho Zabala, Raúl Lavié y Luis Medina Castro.

En 1983, trabajando en el famoso local Michelangelo de San Telmo, le hacen una propuesta para ir otra vez a Japón. Estamos en 1983. Fue al país oriental con su trío, integrado por Guillermo Ferrer (contrabajo) y Aníbal Berraute (piano) y que se transformó en un quinteto con dos violinistas japoneses, para acompañar a Ranko Fujisawa, en una gira desde Tokio hasta Osaka.

Luego, de nuevo a Michelangelo, donde acompaña una singular pléyade de artistas: Claudia Mores, Jorge Sobral, Raúl Lavié, Guillermo Fernández, María Graña, los bailarines Nélida y Nelson, el guitarrista Cacho Tirao, hasta llegar a 1992, con Horacio Ferrer y Adriana Varela y en 1993, con el Polaco Roberto Goyeneche.

En 1986, se integra a la orquesta de Mariano Mores, con la que viaja a Nueva York y trabaja en el Waldorf Astoria, como bandoneón solista. Más adelante, en 1990, se hace cargo de la gira de Libertad Lamarque como director musical, y van a Brasil, a Puerto Rico; en 1992 a Expo Sevilla y a Huelva, a San Sebastián, a Madrid y a Valencia. En 1996, vuelven a Buenos Aires y actúan en Montevideo.

Es también director en el Club del Vino, el afamado local de la calle Cabrera, en Palermo Viejo. Allí están Néstor Marconi y su trío, compuesto por Leonardo Marconi (piano) y Oscar Giunta (contrabajo). Además, Luis Cardei con el bandoneón de Antonio Pisano y Las Guitarras Argentinas.

Por ese local, pasaron Atilio Stampone, Salgán y Ubaldo De Lío, Hugo Marcel, Néstor Fabián, Raúl Lavié. Asimismo, Buono reemplazó a Daniel Binelli a su pedido, en el espectáculo Tango por dos de Miguel Ángel Zotto en Estados Unidos, donde recorrieron Tucson, San Diego, Saint Louis y Chicago.

Es también director musical de Una noche en Buenos Aires, (agosto de 2001, en el Olimpia de San Pablo), donde fueron invitados especiales Alberto Podestá, Atilio Stampone, Hugo Marcel y Amelita Baltar.

A instancias de José Libertella, debuta en Frankfurt, con la Orquesta de WDR (Radio y TV de Alemania), para actuar como solista en el estreno de la ópera de Jorge Zulueta y Jacobo Romano Che Buenos Aires. También actuó con la Red Funk Orchester de Colonia, tocando “La cumparsita”, “El choclo”, “Tres minutos con la realidad”, “Oblivion”.

Es contratado por Caño 14, en su tercera etapa, en la calle Vicente López de Recoleta. Integran el quinteto de Buono en esa ocasión: Sonia Possetti (piano), Guillermo Ferrer (bajo), Matías Grande (violín).

Trabaja en la película de Raúl de la Torre Funes, un gran amor, en el papel de director del conjunto que aparece en el film. Además, hizo la música para el film Plata quemada.

Trabaja con el conjunto de Atilio Stampone en Montevideo, en el Teatro Solís. Con Stampone, Buono ha tenido una larga vinculación. Varias giras por Europa, la inauguración del Teatro Argentino de La Plata, con Oscar Aráiz y la obra Tango en gris, dirigida por el Maestro Pedro Ignacio Calderón, actuando Julio Bocca. Estuvo varias veces en Nueva York, anduvo con él por Barcelona, Bilbao y otros lugares de España, en varias ciudades del Brasil y en el Teatro Colón de Buenos Aires.

Como se puede apreciar, es un gran trotamundos del tango, con una actuación internacional extensa e impecable. Aparte de los lugares ya nombrados, estuvo en Washington, en Serbia, Caracas, Estocolmo, Curitiba, Nicaragua, Chicago, Panamá, Roma, México, San Pablo, Fortaleza, Manaos, Tel Aviv, Chicago, Montreal, Costa Rica, Colombia y en el Festival de Tango de Granada.

Son de su autoría los tangos: “Angelo”, “Retrato de Nana”, “Dos imágenes” grabado por Eduardo Rovira, “Milonga para Batato” dedicado a Batato Barea, “Cuando me visto de negro”, “Rubitango” en colaboración con Ernesto Baffa, “Taranta”, dedicado al maestro Osvaldo Tarantino, la milonga “Cafferata”, por su barrio; “Los tontos felices”, “Los dueños del Caño”.

Ha grabado varios discos: De tangos, fueyes y cuerdas, Orquesta Carlos Buono (en Japón), Eternos tangos (en Brasil), Una noche en Buenos Aires (en Brasil), Rambla de madera, Cuando me visto de negro, 70 veces 7 (en Buenos Aires), todos con su orquesta. Con su sexteto: Amigos (con Roberto Goyeneche), Maquillaje y Grandes éxitos (ambos con Adriana Varela).

Bibliografía:
Buono, Carlos: Yo... soy músico. Mesa Editorial, Buenos Aires, 2012.
Peña, Juan Manuel. El tango en España, el romance de un siglo. Editorial Abrazos, Buenos Aires, 2010.
Peña, Juan Manuel. El tango en el Teatro Colón. Marcelo Olivieri Editor. Buenos Aires, 2004.
Vargas Vera, René. La noche de Buenos Aires. Buenos Aires, Diario La Nación, 14 de marzo de 1987.
Zucchi, Oscar D. Una historia del bandoneón. Tomo 1. Editorial Corregidor, Buenos Aires, 2002.