Por
Abel Palermo

ste interesante intérprete nació en General Lavalle (provincia de Buenos Aires). De tesitura de barítono brillante, fue un digno representante de la escuela gardeliana y dueño de una hermosa voz y gran musicalidad.

Lamentablemente, fueron pocos los temas que grabó, pero tenemos la suerte de conservar su discografía completa. De delicado fraseo y buena afinación, tuvo su punto más alto, cuando fue cantor de la orquesta de Antonio Rodio.

A los veinte, comenzó como solista en Radio LOT. A mediado de los años treinta, se integró a uno de los primeros tríos de voces, junto a Eduardo Alsina y Armando Baliotti, que más tarde se reduciría a un dúo, Alsina-Serna, que competiría —desde LR3 Radio Belgrano—, con los dúos de Dante-Noda (Carlos Dante y Pedro Noda), Gómez-Vila (Alberto Gómez y Augusto Vila) y Pelaia-Serpa (Alfredo Pelaia y Oscar Serpa).

En aquellos años, estaba de moda un repertorio que combinaba las canciones nativas con los tangos, era el caso de estos dúos y de varios solistas como eran: Ernesto Famá, Néstor Feria, Alberto Vila, Carlos Viván y los consagrados, Charlo e Ignacio Corsini, entre otros.

Su debut fonográfico fue en 1937, acompañado por el conjunto de guitarras de Roberto Grela, con “Las cuarenta” y en el acople, “Milonga de mis amores”, para el sello Victor. En paralelo, continuó con las presentaciones de su dúo con Alsina, en radio y clubes, sumándose en algunas ocasiones, Domingo Vivas.

Al año siguiente, el dúo hizo tres registros: el estilo “Arco iris”, la canción surera “Orillando un cañadón” (de Antonio Di Benedetto), “Te he de seguir” y, en el reverso de este último, Serna canta solo el vals “Romántica”.

A inicios del año 1943, Antonio Rodríguez Lesende se desvinculó de la orquesta de Antonio Rodio y fue reemplazado por Serna compartiendo los temas cantables con Mario Corrales, quien después continuaría con el nombre de Mario Pomar.

Con Rodio hizo 14 grabaciones para el sello Odeon, las primeras fueron en ese año: “Corazón qué has hecho” (de Antonio Ríos con letra de Oscar Rubens), “Vieja esquina” (de Mario Perini y Roberto Lambertucci), una de sus mejores interpretaciones, y “Me voy Buenos Aires” (de Antonio Varela y Horacio Sanguinetti).


Esta serie de registros culminó en agosto de 1944, con dos dúos con el otro cantor de la orquesta que entró por Corrales, Daniel Adamo, los temas fueron: “Cuatro campanadas” y la milonga “Paloma, paloma” (de Víctor Donato y José Rolla). Sin duda, sus mayores éxitos con esta orquesta fueron los tangos “Cien noches” de Ernesto Tití Rossi y versos de Justo Ricardo Thompson, “Desvelo” y el ya mencionado, “Vieja esquina”. En mayo de 1945, luego de desintegrar su orquesta, Rodio ingresa a la orquesta de Miguel Caló como primer violinista.

Nuevamente como solista, Serna fue contratado por Radio Belgrano donde cantó acompañado de las guitarras de Ciaccio, Cortese y Ubaldo De Lío y, en 1947, pasó a LR1 Radio El Mundo, con el acompañamiento de la orquesta de Víctor D'Amario con la que actuaba, además, en el Marabú.

Después fue convocado por el bandoneonista Roberto Cuenca para actuar con su formación en los principales escenarios de Montevideo, entre ellos, El Ateneo de la avenida 18 de Julio, próximo a la Plaza Cagancha.

Con la orquesta de Cuenca dejó dos registros fonográficos para la empresa Sondor, “Ojos tristes”, con música del director y letra de Federico Silva, y “Gorrión”, de Maria Falero de Caruso y Aribel Puente.

A fines de 1949, inició una gira por varias ciudades de Uruguay y Brasil. A su regreso, varios meses más tarde, detuvo su carrera artística y se radicó definitivamente en la Argentina, abandonando para siempre el mundo del espectáculo.