Por
Guillermo Thorp

ija de Román de Iturriaga y López, periodista, y de Laurentina Arroyo, ama de casa, nació en Buenos Aires, en el barrio de Palermo. Fue la menor de 18 hermanos, varios de ellos amantes de la música y del tango. Se casó con Pedro Vicente Thorp, en marzo de 1933, y tuvieron un hijo.

Sus hermanos mayores tocaban piano y guitarra, ese clima familiar imbuido del arte y, en especial, de la música, la hizo entusiasta del tango desde joven, y su sueño de conocer a Carlos Gardel se cumplió gracias a uno de sus hermanos, Aníbal —que trataba a El Zorzal—, y de quien fue muy compañera.

Así, con apenas 21 años, fue compositora del tango “La eterna milonga [b]”, que grabó la orquesta del maestro Roberto Firpo, disco Odeon 8892-B, matriz 4712, el 18 de octubre de 1929. La obra se presentó en los concursos de Max Glücksmann y obtuvo un memorable quinto puesto.

Asimismo, con Aníbal compusieron “El rasgueo”, tango que tuvo mejor suerte en otro concurso realizado por la casa Glücksmann, obteniendo el primer premio en versiones no cantadas, diploma que acreditaron con su firma Francisco Canaro, Francisco Lomuto, Max Glücksmann y Leopoldo Marechal, nada menos.

El rasgueo”, fue grabado por Canaro, disco Odeon 4470-A matriz 3095/1, el 3 de septiembre de 1928. (Ni en la placa ni en las discografías consultadas figura Dora como compositora).

Otros temas de Aníbal de Iturriaga que llegaron al disco con la orquesta de Pirincho fueron:

“El titán” (tango), Odeon 4360, matriz 1420, el 29 de septiembre de 1927.

“Qué le importa” (tango), Odeon s/nº, matriz 3249, el 25 de septiembre de 1928. Según observa Christoph Lanner en su discografía de Canaro, en la publicidad de Disco Nacional en Caras y Caretas Nº 1589, del 16/03/1929 figura incorrectamente: "D. Iturriaga" (Dora Iturriaga). Nuevamente grabado, en disco Odeon, 4511-A, matriz 3249/3, del 3 de diciembre de 1928.

“Reír para llorar” (vals criollo en colaboración con Pedro A. Arroyo y letra de Luis De Biase), con estribillo de Charlo, Odeon 4707-B, matriz 6440/1, del 28 de noviembre de 1930. Nuevamente grabado por Canaro con Charlo, en esta ocasión, como solista, Odeon 16262-B, matriz 6479, del 4 de diciembre de 1930.

Dora solía contar que Aníbal era una persona generosa que había regalado algunos tangos a su sobrino Enrique Lorenz, hijo de su hermana Haydée. Sólo encontré uno a su nombre, “Yo también era dichoso”, grabado por Canaro el 12 de septiembre de 1927, Odeon 4355-B, matriz 1301.

También se ufanaba de haber sido muy cotizada bailando el tango, aunque sin precisar los lugares que concurría. Sus cantores favoritos eran Carlos Gardel e Ignacio Corsini, además le fascinaba Azucena Maizani —La Ñata Gaucha—, con quien tuvo trato. Fue una mujer del ambiente que supo cosechar la amistad de muchos grandes artistas de su tiempo, entre ellos, la de Francisco Canaro, Roberto Firpo y Julio De Caro.

Su hermano Aníbal, la impulsaba con el piano y gracias a ese estímulo surgieron varios temas, que según creo, tuvieron registros, pero no tengo datos al respecto, ni siquiera los títulos.

La muy buena relación de los hermanos con Gardel llegó a tal punto, que el cantor les prometió grabarles un tango, pero el destino impidió esa chance cuando ocurrió la dolorosa tragedia en Medellín. Dora, fiel seguidora de El Zorzal, llevó flores a su bóveda de la Chacarita, cada mes durante muchos años, casi siempre acompañada de su hijo.

Su dedicación a la familia, tras la muerte de su madre y a los pocos días de su hermano Aníbal, el 30 de septiembre de 1943, provocó que abandonara tempranamente su actividad artística, aunque cada tanto, en el piano de su hermana Lía, se lucía tocando canciones melódicas. Otra de sus hermanas, Zulema, tocaba la guitarra.

Entre sus orquestas favoritas podemos mencionar las de Juan D'Arienzo, Francisco Lomuto, Francisco Canaro, Roberto Firpo, Osvaldo Fresedo y Aníbal Troilo.

Un cantor que ganó su admiración fue Julio Sosa, al igual que Alberto Castillo, Susy Leiva, Alberto Morán y Alberto Marino.

A partir de 1990, su salud se fue deteriorando y, seis años más tarde, acompañada de su familia, falleció un día de invierno en su querida Buenos Aires, a los 89 años. Temo que con la excusa de hablar de Dorita, esta semblanza se haya transformado en una crónica familiar.

Nota de la dirección: Es probable que Dora de Iturriaga haya colaborado en la obra de su hermano Aníbal, con el que estaba tan unida, no lo podemos asegurar, pero lo cierto es que su nombre no figura en las etiquetas de los discos ni en las discografías de Canaro. Probablemente, haya compuesto otros temas, empero, entró a la historia del tango por su página “La eterna milonga [b]”, un tango bien milonguero, de bella melodía y que conocemos a través de la fina interpretación de la orquesta del maestro Roberto Firpo.