Mario Alonso

Nombre real: Alonso, Mario
Cantor, actor y letrista
(22 junio 1922 - 16 julio 1972)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Néstor Pinsón
| Abel Palermo

ste correcto cantor nació en Buenos Aires, en un hogar donde el arte sería la base esencial de la educación familiar. En efecto, tanto Mario como sus hermanos: Tito, Pola, Iris y Héctor, lograron destacarse en la escena porteña a través de la radio, el teatro y, posteriormente, del cine y la televisión.

En 1945, sucedió su debut como cantor profesional, con la orquesta típica dirigida por el violinista Roberto Dimas. Allí, compartió los temas cantables con a Alberto Carol quien, luego de su alejamiento, fuera sustituido por Jorge Rubino. Actuaron ante los micrófonos de Radio Belgrano y en el Ebro Bar de la calle Corrientes.

Dos años más tarde pasó a integrar la orquesta de José García y sus Zorros Grises, en lugar de Osvaldo Cordó que se fue para integrar la de Osvaldo Fresedo. El otro cantor era Alberto Santillán.

Después ocurrió un hecho curioso, los cinco hermanos Alonso fueron convocados para actuar en el film Mis cinco hijos, de Orestes Caviglia y Bernardo Spoliansky, estrenado en septiembre de 1948. El argumento era de Nathan Pinzón y Ricardo Setaro, la música de Juan Ehler. Lo destacado de este film es la participación de la orquesta de Osvaldo Pugliese que acompaña a Mario en los tangos “A barquinazos”, de Homero Expósito, y “El encopao”, y ejecuta los instrumentales, “La yumba” y “Adiós Bardi”, todas composiciones de don Osvaldo.

En relación a esta película, una noche en la que Alberto Morán lloraba sus penas en una reunión que tuvimos en su casa, comentó que él jamás apareció en el cine, ni un fotograma siquiera. Estaba muy dolido. Para colmo, cuando se filmó Mis cinco hijos —vaya uno a saber la razón—, para cantar en el film Pugliese lo invitó a Alonso en vez de decirle a él, su cantor, quien además gozaba de gran éxito en ese momento. Y El Flaco siguió diciendo que Mario era un buen muchacho pero cantando era un perro. Esta charla está grabada y pertenece a la colección de Néstor Pinsón.

Finalizados los bailes de carnaval de 1949, el cantor Enrique Lucero —hermano de Mariano Mores— abandonó la agrupación de Francisco Canaro, por tal motivo y en su reemplazo fue contratado Alonso. Debutó en Radio Belgrano y llegó al disco —por primera vez—, con el tango “Confesión”. La otra voz de la orquesta era Alberto Arenas.

En el carnaval de 1950, Canaro y sus cantores fueron los principales animadores de los bailes en el estadio Luna Park. Luego, la orquesta emprendió una gira por el interior de Uruguay y Montevideo. En mayo, el infatigable director comenzó una exitosa temporada teatral en Buenos Aires y reinició sus actuaciones en Radio Belgrano. En esos años, Alonso hizo muchos registros fonográficos entre los que se destacan, a mi gusto, el tango “Lo que nunca te dirán” y el vals “Pequeña”.

Asimismo, grabó en dúo con Arenas la milonga “Vinacho y vinagrillo”, de Canaro y un potpurrí “Reliquias de temas brasileños”. Este último, produjo un notable suceso en Brasil y fueron contratados a una importante gira por varias ciudades de ese país: Porto Alegre, San Pablo y Río de Janeiro.

Otras grabaciones con Canaro dignas de mencionar fueron: “Prohibido” y, junto a Arenas su último registro, la marcha “Brasil, Brasil”, también con música de Pirincho.

Una vez terminados los bailes de carnaval del año 1955, se alejó de la orquesta y comenzó una larga gira por todo Brasil que luego, continuó por Centroamérica y que se prolongó hasta mediados de la década del sesenta, tras la cual, se produjo su alejamiento definitivo como intérprete.

Es importante señalar, que pertenece al selecto grupo de cantores que más grabaron con la orquesta de Canaro, en total 31, contadas las 9 que hizo en dúo con Arenas. Además, escribió los versos de un tango del maestro, “Noche de niebla”.

La muerte lo sorprendió muy joven, apenas cumplidos los 50 años, en un invierno frío de Buenos Aires.