Leo Lipesker

Nombre real: Lipezker, León
Seudónimo/s: Riel
Violinista y compositor
(1 enero 1916 - 1 octubre 1979)
Lugar de nacimiento:
Rosario (Santa Fe) Argentina
Por
Julio Nudler

ació en Rosario, Provincia de Santa Fe y fue el tercer hijo de los seis que tuvieron José Lipezker y Ana Dobin.

En 1929, a los pocos días de su llegada a Buenos Aires, Leo se sumó a las filas de Pedro Maffia. Junto a éste permaneció siete años, hasta pasar como primer violín a la orquesta de Miguel Caló, que ya anticipaba la evolución instrumental de los 40.

En la década de los 50, más exactamente entre 1953 y 1955, se convirtió en pieza fundamental de la orquesta de Roberto Caló. Horacio Ferrer destaca en El Libro del Tango, los solos de Leo en “La cachila”, de Eduardo Arolas y en “En fa menor”, de Osvaldo Tarantino, en grabaciones de Caló para el sello Orfeo.

Aunque sin descollar por su técnica, Leo sobresalía por su gusto para expresar el tango, con un estilo cadencioso, doliente, emparentado con los de José Nieso, Raúl Kaplún y Mauricio Mise, definiendo entre todos ellos lo que ha sido la escuela violinística judía dentro del tango.

Adentrándose ya en el vanguardismo, Leo constituyó en 1958 el cuarteto Los Notables del Tango, con el pianista Manuel Flores (para grabar “Ciudad dormida” lo reemplazó Osvaldo Berlingieri), el fuelle de Leopoldo Federico y el contrabajo de Omar Murtagh. De aquella experiencia quedó un disco con cuatro tangos.

Yendo aun más lejos, creó en 1961, el Primer Cuarteto de Cámara del Tango, con arreglos de Pascual Mamone. En violín, Leo y Hugo Baralis; Mario Lalli (viola) y José Bragato (violoncello). Gracias a ese cuarteto, que alcanzó a grabar dos larga duración, Mamone volvió a la música, que había abandonado para convertirse en visitador médico tras una frustrante experiencia con la grabadora Philips. Lipesker conocía bien las aptitudes de Mamone porque éste había escrito arreglos para Korn.

Leo formó, posteriormente, un sexteto con Osvaldo Requena (piano), Daniel Lomuto y Armando Calderaro —Pajarito— (bandoneones) y Leo y Mauricio Misé (violines). El conjunto alcanzó a grabar un disco larga duración.

Estuvo vinculado a Alejandro Romay, con quien había creado Grandes Valores del Tango, un programa de amplia audiencia que se emitía por Radio Libertad. Aquel vínculo dio lugar a la composición de tangos del todo olvidables, como “Todo es amor”, “Por este amor” y “Puede ser que no te rías”, que Leo firmó con el seudónimo Riel, al igual que una larga serie de piezas intrascendentes con otros letristas, entre ellos, insólitamente, encontramos a Héctor Stamponi versificando “Tuyo es mi corazón”, de 1964.

Pese a su pobreza, esos tangos eran editados por Julio Korn e incluidos poco menos que obligadamente en su repertorio por varios intérpretes, que incluso los grababan. Ese andamiaje comercial, que fabricaba presuntos éxitos, aceleró la decadencia del tango. Sus primeras víctimas fueron los auténticos artistas del género.

En su ambivalencia, Leo Lipesker tuvo bastante responsabilidad en dicha degradación, mientras que paralelamente, mantenía un pie en el buen tango.

En 1958, dio al cantor Roberto Rufino —relacionado también con Romay—, un marco orquestal de gran calidad, con orquestaciones del bandoneonista Luis Stazo y, en 1964, compuso el tango “Eslava” con Mamone.