Rubén Llaneza

Nombre real: Llaneza, Rubén Aldo
Seudónimo/s: La voz varonil del tango
Cantor
(9 noviembre 1931 - )
Lugar de nacimiento:
Chivilcoy (Buenos Aires) Argentina
Por
Néstor Pinsón

n la contratapa del disco Sueño querido, editado en el año 1977 por el sello Almalí, el conductor del recordado programa radial Una cita con el tango, Osvaldo Martín (ya fallecido) aportó algunos datos de Rubén.

Nació en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires. Fue el tercero de los siete hijos que tuvieron Miguel Llaneza y Agustina Quiroz.

Desde muy pequeño ya pretende cantar, pero debió esperar la llegada de la adolescencia para afirmarse en su deseo y comenzar en un conjunto de su ciudad, fue aceptado por Gaspar López, director de Los Rítmicos, allá por el año 1950. Se presentaban en diversas salas de la ciudad y en localidades cercanas, en breves giras de fin de semana.

Pasado un año, considera cumplido un ciclo, posiblemente por su entusiasmo en viajar a Buenos Aires. El deseo finalmente se concreta. En la Capital, se va manteniendo con diversos trabajos y por unos amigos se entera de un concurso de cantores que auspiciados por la ginebra Bols se realizaría en Radio Belgrano.

Los inscriptos fueron numerosos pero Rubén va superando etapas hasta llegar a la final, entre otros están Daniel Izaguirre (que con el tiempo llegara al disco con temas como “La palanca”, “La milonga celestial”, “El carretero”, “Media noche”, “Manos brujas”, “Anclao en París” y otros) y Roberto Goyeneche.

El ganador fue el muchacho de Chivilcoy, el premio fue en dinero y además un contrato para actuar dos meses en la misma emisora, donde supo compartir cartel, alguna vez, con Ángel Vargas y también la orquesta de Rodolfo Biagi. Luego de esta satisfacción no hubo nada que llamara su atención y retornó al pago.

La siembra estaba hecha y a veces da sus frutos. Sus presentaciones en la Capital impactaron en ciertos oídos, el comentario tuvo cierto vuelo e inesperadamente, toma partido la viuda de Celedonio Flores, impactada por la manera que cantó algunos tangos de su marido. La recomendación llegó para que se presentase a Joaquín Do Reyes, en ese momento con un solo cantor, Hugo Soler. Gustó al director y desde ese año 1952 fue el cantor de la orquesta, hasta fines de 1955, cuando decidió convertirse en solista.

Como era común en esos años, no por mucho más tiempo, el tango era requerido en forma permanente y el trabajo abundaba. Es de lamentar que su llegada al disco fuera solamente por una vez y de manera accidentada, para algunos jocosa, y sospecho que para Llaneza bastante molesta, anécdota que para los coleccionistas ha sido una perla que llevó a que el disco se agotara y desapareciera, con el tiempo, de todo rincón de venta de usados.

El sello TK se caracterizaba por presentar grabaciones de baja calidad sonora, no obstante, su discografía tenía intérpretes atractivos. En este caso, además, el disco en cuestión apareció con las etiquetas cambiadas. Allí figura el tango “Prohibido”, cantado por Rubén Llaneza y en la otra faz “Cómo querés que te quiera”, cantado por Hugo Soler, cuando lo que correspondía era exactamente al revés.

Intervino en varios programas radiales de importancia cuando comenzó a padecer algunos problemas en su garganta. Hubo que recurrir finalmente a un cirujano y tardó alrededor de dos años para volver a sentirse capaz de cantar otra vez. Pero ya no era lo mismo, con semejante espera bajaron los decibeles de su entusiasmo.

Se presentó en algunas radios, en escenarios no muy importantes de los suburbios de Buenos Aires y llegó al disco en varias oportunidades. Muy pronto dejó la actividad como profesión, cantó tras algunas invitaciones y, ya casado y con una hija, pasó a desempeñarse como empleado en algunos entes estatales.

Esta breve historia revela a grandes trazos la trayectoria de un intérprete que si bien, no llegó a un gran reconocimiento, junto a tantos otros artistas, contribuyó a la difusión del tango y su nombre ya está escrito en la historia de un género de más de cien años.