Santiago Devin

Nombre real: Devincenzi, Santiago
Cantor
(27 diciembre 1908 - 30 octubre 1950)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Juan Ángel Russo

ue un cantor con voz muy definida y melodiosa, de bastante éxito en los años 30, que se afianzó al integrar el trío de Antonio Sureda, con quien estuvo casi siete años, llegando hasta principios del 40.

De muchacho se pasaba el día cantando y, para sus patrones, eso no se conciliaba con su oficio de pintor de autos y le deparó muchos problemas.

Su primera presentación en público la hizo en el Cine Nacional y su guitarrista era nada menos que Samuel Aguayo, que finalmente fue el único que cobró. Cuando intentó probarse en Radio Cultura, el Sr. Del Ponte, director de la emisora, le dijo: «Vaya a aprender a cantar y después vuelva», según relataba el mismo Devin.

Al poco tiempo, debutó allí cantando con la orquesta del bandoneonista Antonio Romano, quien le ayudó a corregir algunos defectos vocales. Fue Del Ponte quien le acortó el apellido Devincenzi y lo dejó en Devin.

Tuvo gran ascendiente entre el público femenino de esa época. También fue estribillista de Juan Carlos Cobián, Julio De Caro y Carlos Di Sarli.

Cuando se dedicó a ser cantor solista, se hizo acompañar por un trío de guitarras y con gran éxito actuaron en radio, cafés y cines-teatros de los barrios más populosos. Pero el espaldarazo vino con su acceso al Trío Sureda, con quien realizó quizá, sus mejores grabaciones.

Relató Lito Bayardo que, habiendo mucha competencia en la venta de discos entre la Víctor, que vendía a $ 2,50 los discos de Magaldi y la casa Nacional a $ 3,25 los discos de Gardel, pese a sus estilos distintos, el precio pesaba en la venta. Esto viene a cuento, porque a propósito de eso, según Bayardo, Gardel le comentaba de Magaldl: «... canta muy bien, tiene estilo, emoción y personalidad. Lo mismo te puedo decir de Santiago Devin, buen muchacho y linda pinta. En mi última gira por la provincia de Buenos Aires, yo trabajé con media platea en los cines y el pibe Devin con Sureda me llevaban el público...». Esta afirmación se ha discutido muchísimo y la transcribimos como un dato curioso en esta biografía. Y si el hecho ocurrió realmente, sólo la enorme generosidad de Gardel, le permitió ese comentario, sabiendo que la diferencia era obvia.

Volviendo a Devin, marcamos su permanencia en una época de mucha competencia con grandes colegas del canto. Compuso un único tango: “Quererte y morir”.

Publicado en Cuadernos de difusión del Tango, Nº 3.